Los sindicatos de Unión General de Trabajadores (UGT) y Comisiones Obreras (CCOO), han convocado una huelga que durará 24 horas en el sector agropecuario de la provincia de Huesca para el próximo martes 23 de julio. Con ello, los sindicatos quieren denunciar el bloqueo en la negociación del convenio de la provincia oscense, que afecta a unos 11.000 trabajadores.

Las centrales ya criticaron la semana pasada que la Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón (UAGA) se resistía a aplicar de forma correcta la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) y, de hecho, esta tarde se celebrará una concentración de protesta en Fraga que se espera «multitudinaria». La huelga aún podría ser desconvocada si UGT, CCOO y UAGA logran alcanzar un acuerdo en el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA) el próximo viernes.

El germen de toda esta polémica surgió de las diferentes formas de interpretar la fórmula del cálculo del SMI. La Inspección de Trabajo de Huesca metió más presión a UAGA al emitir un informe en el que se señalaba que para calcular el nuevo salario mínimo que le corresponde a los temporeros agrícolas hay que dividir el total anual, que son 12.600€, por el número de horas que vienen recogidas en convenio, y que en el caso de la provincia oscense está establecido en 1.760 horas. Un documento que aunque no es vinculante, da la razón a UGT y CCOO.

En este sentido, UAGA indicó ayer que va a estudiar el documento y a consultarlo con sus órganos de dirección para trasladar una posición firme el próximo viernes en la reunión del SAMA.

Según UGT y CCOO, aplicando los criterios del nuevo decreto del SMI, la hora trabajada por un temporero debería alcanzar los 7,16 €, mientras que UAGA (siempre bajo la versión de los sindicatos de clase) plantea 6,90 euros en su oferta más generosa.

UGT y CCOO ya advirtieron que si no logran sus objetivos plantearán más protestas durante el próximo mes de septiembre.

UGT y CCOO temen que el bloqueo de Huesca se traslade a la capital aragonesa, donde ha comenzado la negociación del convenio. «Tememos que todo esto sea una estrategia para dejar pasar esta campaña sin pagar las subidas», dijo Arcéiz, que tildó a UAGA de «organización patronal».