UGT y CCOO han exigido hoy medidas para frenar la siniestralidad laboral, una "lacra" que no ha dejado de crecer desde 2012 y que en el primer trimestre de este año ha subido un 4,2 por ciento respecto al mismo periodo de 2017, hasta 4.358 accidentes, 10 de ellos mortales, uno más que el año pasado.

Con motivo de la celebración mañana del Día Internacional de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, UGT y CCOO han organizado en Zaragoza una jornada de análisis sobre la situación de las condiciones laborales y de la siniestralidad a la que ha asistido la directora general de Trabajo del Gobierno de Aragón, Soledad de la Puente.

Según los datos del Instituto Aragonés de Seguridad y Salud Laboral, entre enero y marzo se han registrado en Aragón diez accidentes mortales (dos de ellos in-itinere) frente a nueve en el mismo periodo de 2017, todos durante la jornada de trabajo.

En el caso de los graves, hasta marzo se han producido 30 accidentes (un 21,06 por cierto menos que un año antes), mientras que los leves han ascendido a 4.318 (un 4,4 por ciento más) y las enfermedades profesionales, a 167 (un 13,6 % más).

"Hoy es un día de reivindicación, de recuerdo y, sobre todo, de protesta" ante el incremento de la siniestralidad en todos los sectores, ha aseverado antes de la apertura de la jornada el secretario de Salud Laboral de UGT Aragón, José de las Morenas, quien ha incidido en que "no es de justicia que la gente pierda la salud y sobre todo la vida".

Ha asegurado que se están produciendo situaciones "irregulares" y que la Inspección de Trabajo "debe ser un bastión en esta lucha" e incrementar sus recursos, en su opinión duplicarlos porque actualmente hay un inspector por cada 20.400 trabajadores, y el Instituto Aragonés de Seguridad y Salid Laboral, contar con una mayor dotación "para contrarrestar esta lacra".

Porque la siniestralidad laboral está aumentando por la falta de aplicación u control de la normativa, dada la insuficiencia de inspectores, y sobre todo por la externalización de la prevención por parte de las empresas.

"Hay una dejación y una falta de inversión", especialmente en los años de la crisis por parte de las pequeñas y medianas empresas, y a su juicio es el momento de recuperar esa inversión, que según ha dicho hasta 2013 cayó en torno a un 75 %, porque los datos positivos en siniestralidad también se ven en las cuentas de resultados.

Ha advertido además del incremento de las enfermedades profesionales, y ha recordado especialmente a los víctimas por la exposición al amianto, cuya causa acaba en los juzgados de lo social para que se reconozca.

De las Morenas ha hecho hincapié en que es necesario que se proteja integralmente la salud y buscar referencias de espacios laborales "dignos" y "seguros", y ha recordado que la Estrategia Aragonesa de Seguridad y Salud Laboral 2017-2020 recoge cinco puntos básicos, entre ellos el control de los servicios de prevención para que ejerzan como tales, no como subcontratas.

Por su parte, el secretario general de Salud Laboral de CCOO-Aragón, Luis Clarimón, ha insistido en que la siniestralidad laboral no ha dejado de crecer desde 2012 y lo ha achacado al aumento de la precariedad laboral, además de a la falta de formación y de medidas en las empresas.

Ha apuntado que la Estrategia Aragonesa de Seguridad y Salud Laboral es una herramienta "válida", pero ha advertido de que la responsabilidad de poner en marcha medidas preventivas reside en las empresas, y en el ámbito de la administración respecto a la vigilancia y control.

"El Gobierno del PP lleva años prometiendo un aumento de personal en la Inspección de Trabajo que no se ha cumplido" cuando para que haya seguridad de que las empresas cumplen la normativa son necesarios más recursos humanos, ha remarcado Clarimón, quien también ha reclamado que se ponga en marcha este año la red de médicos centinela para que afloren las enfermedades profesionales.

Con la necesidad de que haya más inspectores ha coincidido la directora general de Trabajo, Soledad de la Puente, quien ha admitido que le gustaría contar con más efectivos humanos.

"Esto es una queja constante y permanente, y yo me tengo que sumar a ella", ha apuntado, si bien ha considerado que con el número de efectivos que hay se llega a unos niveles de inspección muy elevados, como demuestra una media por inspector de más de 600 expedientes al año.

Ha apuntado que en 2017 aumentó la siniestralidad, aunque no con unos valores muy elaborados, pero ha destacado que la reducciones que se han registrado en marzo, de alrededor del 10 por ciento los leves, del 25 % en graves, y del 50 % los mortales, con un caso frente a dos.

"Valoramos que el camino que llevamos este año va a ser mejor que el de 2017", ha señalado.