Después de 14 años en las ya obsoletas instalaciones que la Dirección General de Policía tiene en la plaza Huesca de la capital aragonesa, la Unidad de Familia y Mujer (UFAM) de la Jefatura Superior de Policía de Aragón y los 34 agentes que la conforman se han reubicado en la comisaría Actur, en la avenida José Atarés 105.

Un cambio que, según la inspectora jefa de esta unidad, Olga López, «mejora la operatividad» policial. «No solo tenemos más espacio y más luz, sino que ahora, por ejemplo, tenemos calabozos y tenemos en el mismo edificio a la Policía Científica», destacó. Un déficit en las anteriores dependencias de la plaza Huesca que obligaba a los agentes a realizar constantes desplazamientos a otras instalaciones policiales para realizar pruebas biológicas o para tomar declaración a detenidos.

No es el único cambio. La inspectora jefa López añadió que «ganan en efectividad» a la hora de proteger a las víctimas presentes en los juzgados de Violencia sobre la Mujer de Zaragoza. «Tenemos al lado la Ciudad de la Justicia, lo que nos permite reducir el tiempo de respuesta cuando hay que acudir a realizar una orden de protección», añadió. Lo mismo ocurre en lo que respecta a los menores de 18 años, puesto que la Fiscalía especializada está instalada a escasos metros. Ayer fueron inauguradas estas instalaciones por la delegada del Gobierno en Aragón, Carmen Sánchez y el jefe superior de la Policía, Juan Carlos Muñoz.