Urbanismo tendrá finalmente que hacerse cargo de forma subsidiaria de la retirada del andamio que sostiene desde hace años la fachada del inmueble situado junto a Averly, en el paseo María Agustín de Zaragoza, y de su consolidación, dado que este elemento está protegido y calificado como de interés arquitectónico. Todo ello tras los requerimientos del consistorio zaragozano para que la propietaria realice estos trabajos.

Hace apenas un mes, el consistorio zaragozano ya dictó una providencia para que la empresa constructora propietaria del inmueble, Rufama, retirase esta estructura y la sustituyese por otro sistema de sujección de la fachada. En concreto, le instaba a instalar algún soporte por detrás del bloque de ladrillo para que siga sujetando el muro, del mismo modo que ya se hizo con el Teatro Fleta.

Sin embargo, la falta de respuesta ante los requerimientos municipales ha provocado que el consistorio decida hacerse cargo de las obras y el pasado jueves aprobó finalmente la ejecución subsidiaria de las mismas. Es decir, que el ayuntamiento encarga la realización de los trabajos y luego pasará la factura a la propietaria. Un procedimiento habitual en los casos en los que los dueños hacen caso omiso a los requerimientos que llegan desde Urbanismo.

El futuro de este inmueble, ubicado en un enclave bien situado de la ciudad, es ahora una incógnita, dado que la Gerencia de Urbanismo también declaró hace un mes la caducidad de la licencia, que se otorgó ya en el 2008, a Rufama para la construcción de un edificio en el solar, con 19 viviendas y estacionamientos, con la obligatoriedad de conservar la fachada. La crisis ha enterrado este proyecto.