El pleno del Consejo General del Valle de Arán decidió el pasado viernes, por unanimidad, pedir a la Generalitat la captura del oso Goiat por los reiterados ataques que el plantígrado ha protagonizado contra distintos rebaños de ganado y que han dejado una secuela de numerosas reses muertas.

A este hecho se añade que muchos de los ataques se han producido cerca de núcleos habitados, lo que, según el órgano de gobierno del valle leridano, ha generado una gran «intranquilidad social».

Goiat es el único ejemplar localizado de forma permanente gracias a un collar con emisor de GPS. El animal llegó al Pirineo catalán, concretamente a la comarca de Pallars Sobirá, en junio del año 2016 procedente de Eslovenia. Estaba llamado a sustituir al envejecido Pyros, el otro macho llegado del mismo país de la Europa del Este en 1997.

El síndico o administrador general del Valle de Arán, Carles Barrera, explicó que las autoridades aranesas solo tienen la responsabilidad del seguimiento y de las indemnizaciones de los ataques de osos y que, en ningún caso, puede decidir de forma unilateral medidas de captura y traslado de ejemplares considerados conflictivos. Barrera precisó que esta medida corresponde a la Generalitat.

El pasado mes de abril se registraron los primeros ataques de este año contra animales y panales. Fueron dos colmenas y una yegua en el término de Baussen. En los dos casos, los ataques coincidieron con la presencia del oso en los alrededores.

DOS NUEVAS SUELTAS

Además, a principios de mayo se constataron dos ataques más a una oveja y a un cordero en una finca cercana a Betlan que estaba protegida por un sistema de pastor eléctrico.

Los osos que viven en el Valle de Arán suelen pasar esporádicamente a la vecina comarca aragonesa de la Ribagorza, al igual que sucede con otros ejemplares localizados en Francia, pero fuentes de Medio Ambiente de este territorio han señalado que hace tiempo que no se producen avistamientos de osos. Sin embargo, recientemente se colgaron en las redes sociales fotografías en las que se veían dos osos en un valle ribagorzano.

Por otro lado, Francia se dispone a soltar el próximo otoño dos osas traídas del Este para dar un impulso a la política de recuperación de la especie en el Pirineo. Esta iniciativa se ha encontrado con la oposición frontal de los ganaderos de alta montaña, que consideran que los osos son un grave riesgo para supervivencia de sus rebaños. El pasado abril, los opositores al oso se manifestaron en Pau para pedir que no se suelten más ejemplares.