Aunque la Jefatura Superior de Policía de Aragón puso en marcha un grupo especializado para atajar el repunte de los robos con violencia e intimidación en Zaragoza, el problema persiste y se traslada a otra zona de ocio nocturno de la capital aragonesa: la calle Doctor Cerrada y adyacentes.

Varios jóvenes han denunciado ante el Cuerpo Nacional de Policía haber sido víctimas de un grupo de jóvenes que les han sustraído el teléfono móvil. Ha ocurrido en la madrugada del pasado fin de semana.

Una de las víctimas ha relatado a este diario el modus operandi empleado por estos delincuentes. «Iba de camino a casa cuando me crucé con tres jóvenes que pasaron de largo, si bien uno me llamó y me dijo que esperara, que no sabían ir a la sala Oasis», señala este muchacho, mientras reconoce que no dudó en prestarles ayuda.

«En un momento dado se me acercó, empezó a darme la mano, a bailarme, a meter su pierna entre mis piernas, me dio un empujón y le dije que se parara», relata. Todo quedó ahí. Cuando fue a coger su móvil para hablar con su pareja descubrió que le habían robado el teléfono móvil. Otras chicas que caminaban en ese momento por la zona le brindaron ayuda y llamaron a la Policía Nacional.

No ha sido la única víctima de estos jóvenes, según ha podido saber este diario. De hecho, la presencia policial ha aumentado en los últimos días, tras el repunte de robos con violencia e intimidación.

En en este primer trimestre del año el Cuerpo Nacional de Policía ya ha detenido a medio centenar de jóvenes por cometer este tipo de robos. Todos ellos coinciden en una cosa: el objetivo es robar el teléfono móvil o la cartera. La forma de actuar, por el contrario, difiere según los autores. Hasta la fecha, los últimos arrestados emplearon gran violencia en los asaltos, llegando a causar el desvanecimiento de alguna de sus víctimas.

Los atracadores utilizaban la llave conocida como mataleón, consistente en una asfixia con el brazo ejerciendo como pinza, y no dudaban en emplearse con tal violencia que llegaron a dejar inconsciente a alguno de los afectados.

Sin esclarecer sigue el caso del zaragozano que fue agredido a principios de año con un listón de madera en las inmediaciones de las obras del antiguo hotel Corona de Aragón. Tras asestar a la víctima un fuerte golpe en la cabeza que le provocó una herida inciso contusa que le hizo perder el conocimiento, le robaron el teléfono que estaba empleando en ese momento.