Convertir el proceso de rehabilitación de la Harinera de San José en una acción. Esta es una de las propuestas de Zaragoza Cultural para que este espacio comience a tomar forma. Consistiría en abrir las puertas a los vecinos y a los artistas interesados para que doten el futuro centro cultural de contenido y que participen en la rehabilitación.

Esta idea es solo una de las propuestas del borrador de usos que la Sociedad Zaragoza Cultural ha trasladado al Ayuntamiento de Zaragoza. Tras la aprobación en el Consejo de Gobierno de sacar a concurso público los trabajos de rehabilitación de la primera planta y la zona exterior, ahora llega el turno del proyecto cultural.

El objetivo principal consiste en formar un espacio interdisciplinar para que los agentes culturales de diferentes disciplinas tengan un espacio experimental. Según el informe, el activo de la harinera será "su condición de lugar de trabajo abierto" a creadores y colectivos. El coworking que quieren crear tendrá una peculiaridad: se romperá el tradicional modelo cliente/proveedor, de manera que se cederán los talleres a cambio de una contribución. Es decir, si un diseñador gráfico trabaja en su proyecto en la harinera, a cambio se encargará de la imagen gráfica de las iniciativas.

Pero esto será una vez que el edificio esté inaugurado. Antes habrá que ponerlo a punto. Y para ello quieren contar con la participación de los vecinos. Así, Zaragoza Cultural sugiere "un proceso de reciclaje creativo que otorgue una segunda vida a objetos de desecho aportados por el vecindario". Y todo vale. Previamente se crearía un inventario de las necesidades del recinto, principalmente de mobiliario. Los artistas y diseñadores se encargarían de reconvertir el material reciclado para poder volver a darle uso.

BIDIRECCIONAL De esta manera se generaría una participación activa de los colectivos, además de "la interacción entre el ciudadano y el creador y la identificación del espacio como algo propio". Esta idea, incluso podría trasladarse a espacios públicos que requieren de intervenciones sencillas implicando a los vecinos directamente en el mantenimiento de su barrio.

El proyecto también incluye la posibilidad de abrir la harinera antes de su rehabilitación a artistas plásticos o grafiteros para que realicen pequeñas intervenciones en su interior y construir "una memoria colectiva" en el edificio.

El presupuesto de contrata previsto por el consistorio asciende a 300.625 euros (más el 21% de IVA). La partida Revitalización social y comercial de espacios vacíos dotada con 410.000 euros en el presupuesto del 2013 será la que se utilice para la ejecución de los trabajos de rehabilitación.