Los vecinos de Épila (Zaragoza) han conseguido un compromiso para incrementar la vigilancia en la localidad frente a todo tipo de delitos así como para mejorar la seguridad con más efectivos de la Guardia Civil destinados a labores de vigilancia.

Este el compromiso adquirido por el subdelegado del Gobierno en Zaragoza, Ángel Val, durante el transcurso de una reunión mantenida con la Asociación de Vecinos de Épila para analizar la situación de tensión vivida en la localidad tras el homicidio a tiros de uno de sus habitantes.

El alcalde de la población, Jesús Bazán, ha explicado a Efe tras la reunión, a la que han asistido representantes de la Guardia Civil, que entre todas las partes implicadas se ha llegado a un compromiso para mejorar no sólo los aspectos referidos a la seguridad sino también a la convivencia.

Fruto de este acuerdo, ha añadido, es el incremento de más medios por parte de la Guardia Civil para potenciar la vigilancia frente a hurtos, robos y otros delitos, algo que, ha subrayado, "ya se nota" y que ha permitido rebajar la tensión.

El edil ha añadido que tras el crimen, ocurrido el pasado día 3, el ambiente se va calmando "poco a poco", a pesar de que la muerte del vecino asesinado es "una cosa que cuesta mucho de digerir".

Según el responsable municipal, la conmoción fue mayor debido a que la víctima era una persona "muy conocida, padre, buena persona y trabajador".

Bazán se ha referido al malestar que originaron en Épila unas declaraciones hechas por el delegado del Gobierno en Aragón, Gustavo Alcalde, tras el crimen para descartar que hubiera problemas de "inseguridad" en la población.

A juicio del alcalde, "creo que estas palabras las dijo con ánimo de tranquilizar y de rebajar la tensión, sin mala intención, pero en Épila tuvieron el efecto contrario".