Un centenar de personas recorrió ayer por la noche los 25 kilómetros que separan el barrio rural de Torrecilla de Valmadrid de Zaragoza para reivindicar la creación de un parque estepario en la zona sur de la ciudad. Los asistentes a la cuarta marcha nocturna Luna esteparia pudieron contemplar la salida de la luna y la belleza de un paisaje singular y único en europa como son las estepas de la margen derecha del Ebro.

Según explicó el presidente de la Asociación Naturalista y Ecologista de Aragón (ANSAR), Jesús Maestro, la estepa aragonesa está reconocida en la Red Natura 2000 de la Unión Europea y es necesario "preservar" este ecosistema y protegerlo de la "voracidad del ladrillo".

"Es un paraje desconocido y mucha gente no conoce sus valores singulares. Como no tienen árboles, existe la idea de que es un secarral, pero tiene plantas y animales adaptados al terreno, que es de yeso. Es un paisaje único en Europa y solo comparable con las estepas de Asia", explicó Maestro.

También hizo hincapié en la necesidad de conservar este paraje, por lo que ANSAR y otras asociaciones vecinales han solicitado al Ayuntamiento de Zaragoza la declaración del parque estepario sur, contemplado en el vigente Plan de Ordenación Urbana.

SEIS HORAS DE CAMINO A las seis y media de la tarde empezaron a llegar al cementerio de Torrero los primeros asistentes, que pertenecían a asociaciones ecologistas, vecinos de Torrero y simpatizantes a los que les gusta el senderismo. Un par de horas más tarde, dos autobuses repletos de gente se desplazaron a Torrecilla para comenzar la marcha, que se prolongó hasta las dos de la madrugada. A lo largo del recorrido por la Cabañera Real de Torrero, el grupo hizo varias paradas para descansar y reflexionar sobre la causa.

A las ocho y media, tras una visita guiada al parque de La Balsa, se leyó un manifiesto a favor de la estepa. Después, se siguió un itinerario entre Torrecilla y los Llanos de la plana, que duró aproximadamente una hora de subida, recorrieron el tramo que une el barranco del Montañés y la Paridera de Gómez, lugar desde el que se tomó el camino de vuelta a Zaragoza. En total se recorrieron más de 24 kilómetros en poco menos de seis horas.

"El terreno, al ser mayoritariamente de yeso, es blanquecino y luminoso. Hemos aprovechado un día de luna llena porque permite caminar sin linterna", señaló Maestro.

El conjunto estepario, según explican desde ANSAR, se extiende entre el valle del río Huerva (N-330) y la carretera de Belchite (A-222) y está formado por la Plana de Zaragoza, los Barrancos de Las Almunias, del Montañés, de Torrecilla y de La Concepción y numerosos acampos.

La aridez de la estepa y su dura climatología le confieren un carácter singular que la convierte en un medio extremadamente exigente y está reconocido por la Directiva Hábitats con la declaración por parte del Gobierno de Aragón de una amplia superficie como Lugar de Importancia Comunitaria (LIC), y por la Directiva Aves con la declaración de Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA), formando así parte de la conocida como Red Natura 2000, indican desde la asociación ecologista. Ello obliga al Ayuntamiento de Zaragoza y a la Diputación General de Aragón a velar por su conservación.