El perfil del viajero que llega a la estación de Lérida es, según Renfe, el de un hombre de negocios, con formación universitaria, de entre 33 y 43 años, que utiliza el tren por motivos laborales. De hecho, la ocupación hotelera prácticamente se mantiene desde la inauguración del AVE.

Hace dos meses, al hacer balance del primer año de funcionamiento del tren de alta velocidad, Renfe aseguraba que el número de viajeros de Lérida a Madrid había llegado a 250.000, un 300% más que antes de estrenar el AVE siendo el enlace Zaragoza-Madrid, el más utilizado.