El fuerte viento que sopló ayer en Zaragoza derribó dos árboles en el parque Bruil, cuyas copas cayeron sobre una verja junto a un campo de fútbol, pero sin causar heridos ni daños graves. Los bomberos ni siquiera llegaron a acudir al lugar, al no poder hacer ya nada ni constituir ningún peligro; si realizaron seis salidas a lo largo del día por incidencias relacionadas con el viento (caída de canalones, antenas, etc.), pero ninguna causó daños destacables ni lesiones.

Las rachas, algunas de hasta 75 km/h, también obligaron a suspender los trabajos de revisión del tejado del teatro romano de Zaragoza, que precisamente iban a comenzar ayer. Serán aplazados al menos hasta hoy, o hasta que amaine el viento. Según recogió Efe, también se prohibió el acceso a los restos arqueológicos de 10.00 a 14.00 horas, aunque el resto del museo se podía seguir visitando con normalidad.