El diputado de CHA por la Izquierda Plural, Chesús Yuste, defenderá el próximo miércoles en la Comisión de Cultura del Congreso una proposición no de ley en la que insta al Gobierno a impulsar un plan en defensa de las librerías, de acuerdo con la Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreros (CEGAL).

"Uno de los sectores culturales que con más virulencia está sufriendo la crisis es, sin duda, el de las librerías", afirma hoy Yuste en un comunicado, en el que indica que "la caída del consumo, favorecida por la destrucción de empleo, la devaluación de salarios y los recortes en prestaciones y pensiones, está generando una caída de los ingresos en las librerías de entre un 40 y un 50 %".

Yuste subraya que las librerías "son elementos esenciales en el desarrollo y en la evolución de la sociedad" y algo más que comercios: "son agentes culturales que dinamizan las ciudades y que están fuertemente implicadas en el fomento de los hábitos de lectura; son lugares implicados en la vida cultural de la ciudad que contribuyen a fortalecer los barrios, ayudan a generar empleo y colaboran con la economía local".

Las librerías son un vehículo indispensable para divulgar el capital intelectual y hacer llegar la creación literaria hasta el lector, agrega el diputado, quien advierte de que si desaparecen "cae detrás la industria editorial por completo" y destaca que países como Francia y Alemania han presentado planes específicos para el apoyo de las librerías.

El diputado recuerda en su exposición de motivos que con la crisis ha cerrado librerías emblemáticas, como "El Pequeño Teatro de los Libros" en Zaragoza, "Donde los Libros" en Calatayud, "Rumor", "La Regenta" o "Fuentetaja" en Madrid, "Catalonia" en Barcelona, "Robafaves" en Mataró, "Escarvajal" en Cartagena o "Rayuela" en Valladolid.

Izquierda Plural reclama en su iniciativa la puesta en marcha de un plan para recuperar el papel de la librería como espacio de gestión cultural y del librero, como prescriptor y mediador cultural, y crear un sello de calidad para las librerías que actúen como motor cultural de su entorno, lo que les permitiría acceder a ciertas contrapartidas, como ventajas fiscales, acceso a subvenciones y líneas de crédito.

También el desarrollo de la ley del Libro para regular la venta y evitar la competencia desleal y la elaboración con el sector de un código de buenas prácticas que garantice el cumplimiento de la exigencia del precio fijo.

Asimismo, pide revisar la ley de contratos de las administraciones, para que los concursos públicos de adquisición de libros contemplen la singularidad del precio fijo y único del libro, y en consecuencia impidan que los pliegos contengan propuestas de mejoras a la oferta que alteren tal condición, y dotar de forma suficiente una línea de subvención para librerías que permita la acometida de inversiones.

Finalmente, reclama dotar de forma suficiente una línea de crédito ICO específica para librerías, ampliar los planes de fomento de la lectura y poner en marcha campañas de promoción y marketing institucional que incidan en la visita a las librerías.