Los tradicionales quioscos de Zaragoza, repartidos por los bulevares y parques de la ciudad, volverán a abrir en primavera y lo harán, tras meses cogiendo polvo, con un cambio de imagen, e incluso de uso. Desde el área de Servicios Públicos están estudiando cómo reconvertir en bares aquellos que tradicionalmente se han dedicado a la venta de prensa, lamentablemente ahora sin demanda.

La propuesta tiene sentido desde el punto de vista empresarial, pues salvo un nostálgico nadie quiere asumir el riesgo de invertir en un quiosco para vender periódicos y revistas que uno puede consultar en su smartphone. Así que para evitar que estos pequeños habitáculos en mitad de la calle mantengan las persianas abajo, desde el consistorio están estudiando la posibildiad de cambiar su uso al de hostelería, con mucho más tirón.

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El pasado mes de mayo, con el anterior Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC), el ayuntamiento sacó a concurso público la explotación de los seis quioscos municipales ubicados en los parques de La Granja, Castillo de Palomar y Bruil, además de los que se encuentran en el paseo Sagasta y las plazas de La Armonía y de Los Sitios. El lote se completaba con un espacio dedicado a actividades infantiles del parque Pignatelli.

El concurso se paralizó, y no porque no hubiera empresas interesadas y, por lo tanto, se quedase desierto. Según explican desde Servicios Públicos, se decidió paralizar el procedimiento y aprobar un «acuerdo de desistimiento» con el propósito de incorporar en las bases nuevos requerimientos que permitan hacer más atractiva su explotación y, por lo tanto, asegurarse que volverán a prestar servicio. Entre cosas, pretendía obligar a los propietarios a que completasen su oferta con actividades culturales y de entretenimiento.

El nuevo Gobierno ha cogido el testigo con la intención de culminar el proceso incluyendo mejoras y novedades que, por otro lado, incrementarán el precio de licitación y el canon, que variará según la ubicación del mismo, de sus dimensiones y de los trabajos necesarios en cada caso para adaptarlo a las necesidades.

En la licitación de mayo, el quiosco de apenas nueve metros cuadrados de superficie construida de la plaza de Los Sitios ya se licitó como bar, pero sigue con el cerrojo echado a la espera de una nueva oportunidad. Como la mayoría, este local de prensa echó la persiana por falta de clientela y ahora volverá a abrir pero con una barra de bar que, con suerte, tendrá algún periódico sobre ella.

CAMBIO DE IMAGEN

Los técnicos municipales están estudiando cambios desde el punto de vista arquitectónico, en aras a mejorar las instalaciones para que cumplan los parámetros de eficiencia ecológica, uso de energías renovables -con la colocación de placas solares— así como mejora de la accesibilidad. También están trabajando en un nuevo diseño para que tengan una estética más «unificada, armónica y homogénea» con las mismas imágenes, colores y logotipos.

El concesionario tendrá que asumir los trabajos que cada local requiera para adaptarlo a las nuevas exigencias. En el caso de los reconvertidos quioscos de prensa la inversión será mayor, ya que habrá que adaptar las instalaciones al completo y crear otras como los aseos, lo que exigirá conectarlo a la red municipal de abasteciminto de agua potable y evacuación de aguas. Por si fuera poco, si algo gusta de estas casetas son sus veladores y terrazas que dependerán según su ubicación.

La idea es sacar a concurso antes de final de años los pliegos de los quioscos de La Granja, el Parque Bruil, Valderfierro, la plaza de los Sitios, Castillo de Palomar y Montecanal. Los del parque José Antonio Labordeta formarán parte del futuro Plan Director, por lo que quedan excluidos.

En mayo los precios de salida oscilaron en una horquilla de entre 15.000 y 27.000 euros, según sus dimensiones y ubicación. Cuantía a la que hay que añadir el canon de explotación.