Ignacio Sánchez Olaso pidió ayer a la Audiencia de Zaragoza que si consideran que es culpable de la muerte de su madre Isabel --aquejada de fuertes dolores--, en el 2015, que lo hagan por el delito de eutanasia, pero no por el de inducción al suicidio que le acusa la Fiscalía. Aseguró ante los magistrados que quiso a acompañarle en ese momento porque ella amenazó con hacerlo sola.

De hecho, su abogada, Mercedes López Gallego, resaltó la carta manuscrita de la víctima, quien expresó los motivos por los que decidió acabar con su vida. La defensora también solicitó que no se le agravara la condena por ser madre e hijo porque "la actuación de Sánchez Olaso no fue con desprecio a la familia". "La madre buscó a su hijo para ello", apostilló. En el caso de que los jueces no aceptaran estas explicaciones, les pidió que tuvieran en cuenta que confesó todo a la Policía y que, por tanto, la condena fuera de 6 años y no los 9 que inicialmente se solicitaba.

Los hechos tuvieron lugar durante la madrugada del 8 de abril del 2015. Isabel se acicaló y bebió una gran cantidad de coñac. Como no lo toleraba lo mezcló con leche para sentirse adormecida y así evitar sufrir con el paso que pretendía realizar posteriormente.

Ayudada por Ignacio Sánchez Olaso, y mientras su marido dormía en la cama, se colocó una bolsa con cierre en la apertura para ahogarse. Hubo un momento que ella intentó quitársela, pero su hijo, tal y como había sido encomendado anteriormente, lo evitó y le puso otra bolsa.

Cuando comprobó que dejaba de respirar, veló el cadáver durante la noche y al día siguiente se lo confesó a su padre y avisaron a la Policía. No lo hizo antes, puesto que temía que llamaran a los médicos y pudieran revivirla. Isabel no los podía ni ver, ya que los odiaba.