La apuesta de Zaragoza en Común (ZeC) de crear la Unidad de Mediación dentro del Cuerpo de la Policía Local empieza a coger fuerza. El Gobierno de la ciudad aprobó ayer su creación, con retraso, y provisión para cubrir los puestos se realizará entre los solicitantes de acuerdo con una convocatoria interna que se publicará «próximamente». Es decir, que todavía no hay una fecha concreta para que entre en funcionamiento porque, una vez elegidos a los miembros que integraran esta unidad, tendrán que realizar un curso de formación especializada en resolución de conflictos para que la unidad pueda estar operativa antes del verano.

Inicialmente contará con 8 miembros (dos oficiales y seis policías) y tendrá como principal objetivo la cooperación en la resolución de los conflictos privados cuando sean requeridos para ello. Su finalidad es mediar mantener la convivencia social y vecinal, actuando ante molestias ocasionadas por ruidos, por obras o por animales domésticos, salubridad e higiene o por ocupación de espacios públicos o de uso común.

La concejala Delegada de la Policía Local, Elena Giner, explicó que se trata de «una herramienta importante que mejora la gestión de determinados conflictos particulares a través de la adopción voluntaria de resoluciones pacíficas, evitando así la vía judicial». A su juicio, y atendiendo a experiencias de otras ciudades, estas unidades son «beneficiosas para todos los intervinientes -ciudadanía, Ayuntamiento, Cuerpo de Policía Local, otras fuerzas y cuerpos de seguridad y Administración de Justicia».

PREVENCIÓN

Este modelo está basado en la prevención como estrategia para resolver y gestionar los conflictos, «intentando anticiparse a los problemas y trabajando no sólo cuando los conflictos se producen sino, también, en las causas y los orígenes», matizó Giner.

El trabajo de esta unidad no sustituye a la intervención habitual de la policía, sino que se presenta como una alternativa de mediación comunitaria que tendría que haberse aprobado antes de verano, tal y como anunció la propia Giner en febrero y que se ha ido retrasando. Por otro lado, el Gobierno municipal sigue trabajando en poner en marcha un segundo modelo, en este caso, el de proximidad, que se asemejaría más a la conocida como policía de barrio. Oliver será el escenario de la prueba piloto aunque a día de hoy se desconoce cuándo echará a andar.

La intención de la concejala delegada pasa por unificar los cinco sectores actuales en tres, para simplificar estructuras de mando intermedio, de manera que se requeriría menos personal porque los agentes al cargo de cada distrito estarían en contacto con representantes vecinales, tanto de las juntas de distrito como de entidades sociales.