El Ayuntamiento de Zaragoza ha decidido interponer un recurso contencioso administrativo contra el Ministerio de Hacienda por incluir los 189 millones de euros de la deuda del tranvía en el cómputo total del endeudamiento de la ciudad. La decisión que supuso, en septiembre del año pasado, el veto a captar más financiación de los bancos para acometer inversiones, y que se reafirmó el pasado mes de marzo, se podía haber recurrido judicialmente ya en abril, pero el Gobierno de ZeC optó por esperar. Solucionó ese hándicap dedicando 21 millones de euros del remanente de tesorería del 2018 a pagar deuda y aprobar una revisión del actual plan de reducción para este año. Pero no puso el asunto en manos de los tribunales. Lo hace ahora, a cuatro días de las elecciones municipales del próximo domingo.

Fuentes oficiales del consistorio explicaron ayer que el ayuntamiento lleva este asunto a los tribunales después de que la Secretaría General de Financiación Autonómica y Local del Ministerio de Hacienda -la que impuso el veto a captar deuda a Zaragoza- no haya admitido el requerimiento previo presentado por el consistorio el pasado 22 marzo. Lo que no explica es que, entonces, se daba un plazo de un mes para responder y, en caso de desestimarlo o de no responder, ya se podía judicializar. Esto abría la puerta a hacerlo el pasado 22 de abril. El responsable de las finanzas municipales, Fernando Rivarés, anunció en marzo que lo haría y en abril se desdijo. Y, aunque apostilló que no descartaba emprender acciones legales, optó por modificar el plan de reducción de deuda y así garantizar que, aun con esos 189 millones, finalizaría el 2019 con un nivel de endeudamiento inferior al 110% que permite la ley para captar préstamos bancarios.

Ahora ZeC rescata esa respuesta del ministerio al escrito municipal en el que se pedía que rectificara el cómputo por «no ajustarse a Derecho» y se abre la vía judicial para defender que Hacienda le atribuye esos 189 millones porque cambió los criterios de cálculo alterando el cómputo de los últimos diez años.