El coronavirus, la suspensión de la competición y la posterior resolución con la fase final de Valencia, ha solapado los tiempos en el baloncesto. Partidos, renovaciones y fichajes se han mezclado en las últimas semanas y, en el Casademont Zaragoza, han dado con un equipo hecho. O prácticamente hecho. Porque a la plantilla 2020-21 solo le faltan dos cosas, resolver definitivamente la renovación de Porfirio Fisac, y apuntalar el juego interior del equipo con un último fichaje.

El conjunto aragonés estaba protagonizando la mejor temporada de su historia cuando todo se fue al traste, así que lo que podía haber sido un curso histórico se quedó en una enorme incógnita imposible de resolver. Los movimientos del club van en la línea de darle una nueva oportunidad a la misma plantilla para ver, ahora sí y pandemia mediante, hasta dónde es capaz de llegar.

En el puesto de base siguen Rodrigo San Miguel, que firmó hasta el 2022, y Javier García. Además podrán ejercer como tal tanto Dylan Ennis, recién renovado una campaña más, como Vit Krejci. En el exterior continúan todos: el propio Ennis, DJ Seeley, Benzing (todos ellos han ampliado su contrato una temporada) y se suma el único fichaje hasta el momento, el del escolta estadounidense con pasaporte nigeriano Rasheed Sulaimon. En su caso, firmó dos temporadas. Así, la única baja en los puestos exteriores será la de Carlos Alocén.

Por dentro ha habido algún movimiento más, obligado sobre todo por la retirada de Fran Vázquez. Además, tampoco sigue Nemanja Radovic, que vuelve al Murcia después de dos temporadas en Zaragoza. Renovó por tres campañas Jonathan Barreiro, aunque nada más firmar el gallego escuchó cantos de sirena del Unicaja. Su cláusula echó para atrás al club malagueño, aunque todavía queda verano. Hlinason tiene contrato hasta el 2022 y se ha hecho un hueco en el primer equipo Pradilla, que brilló en la fase final.

La prioridad

Así, a Pep Cargol le falta por incorporar un interior más a la espera de cómo evolucione la lesión y recuperación de Javier Justiz. El cubano arrastró problemas en su rodilla izquierda desde el verano hasta que, en enero, el club anunció que debía finalmente pasar por el quirófano. Desde entonces no ha vuelto a jugar y continúa con su recuperación. Un fichaje para cerrar un equipo que, básicamente, se parecerá mucho al de esta temporada recién terminada y tan accidentada que, de esta forma, tendrá una nueva oportunidad. Sobre todo con la confirmación de la continuidad del cuerpo técnico, un movimiento tan deseado como complicado por las opciones exteriores que se le abrieron al técnico.

La prioridad del Casademont Zaragoza ha sido en todo momento que Porfirio Fisac vuelva a sentarse en el banquillo del Príncipe Felipe la próxima temporada. El segoviano tenía contrato en vigor para el próximo curso después de renovar por dos años el pasado verano (igual que el verano anterior pese a tener también contrato en vigor), pero una importante oferta del Gran Canaria obligó al club aragonés a contraatacar con una propuesta mejor. Eso y el cambio de director deportivo en el club de la isla inclinaron la balanza a favor de la renovación. Por si acaso el club ya había tanteado una alternativa: Paco Redondo, ayudante de Pablo Laso en el Real Madrid.