Una muy buena primera parte no fue suficiente esta vez en el Martín Carpena. El Tecnyconta Zaragoza puso un paréntesis a su idilio con la pista del Unicaja en un partido en el que fue de más a menos, en el que aguantó mientras sus porcentajes de acierto fueron extraordinarios y que acabó perdiendo cuando el Unicaja mejoró su defensa, afinó la muñeca y acabó pasando por encima al equipo aragonés (98-82).

Tecnyconta y Unicaja recorrieron caminos opuestos en el Martín Carpena. El equipo de Porfirio Fisac acudió puntual a su cita en la pista en la que ha ganado más veces que en ningún otro sitio fuera de casa, donde parece tener tomada la medida, y su puesta en escena, con un 0-7 de entrada, le permitió crecer y crecer hasta hacerse gigante y tener dominada la situación frente a un rival que parecía pequeño. Un buen control del rebote, un fantástico acierto exterior, una defensa intensa que incluso provocaba los errores del rival... todo para que el Tecnyconta fuera mandando de diez puntos como si tal cosa, hasta que apareció Waczynski al final del segundo cuarto para dejar casi todo como estaba al descanso (42-44).

Después sucedió justo al revés. El Unicaja salió de vestuarios con una mayor agresividad en defensa, mejoró sus porcentajes de acierto y fue haciéndose más y más grande, hasta parecer un gigante frente a un rival al que iba dejando cada vez más pequeño. En cuanto el Unicaja consiguió darle la vuelta al marcador, cosa que tardó en hacer un minuto, el Tecnyconta ya no encontró respuesta y fue fallando y fallando cada vez más hasta alejarse a una distancia de 20 puntos. Un arrebato de Santana al inicio del tercer cuarto con siete puntos seguidos pareció dar una nueva oportunidad al conjunto aragonés, que se puso a cinco, pero el Unicaja ya no permitió más sobresaltos y cerró el partido en un visto y no visto, dejando tiempo incluso para que debutara Pablo Sánchez, uno de sus canteranos.

La diferencia fundamental entre la primera y la segunda parte fue el acierto de unos y otros. El Tecnyconta se marchó al descanso con un magnífico 5/7 en triples, pero en la segunda mitad solo acertó en una ocasión desde el 6,75. Además, acabó con un desacierto sorprendente de dos, fallando acciones increíbles debajo del aro. El Unicaja fue de menos a más en ese sentido y acabo siendo dueño y señor de la situación en todas las facetas.

SIN EXPERIMENTOS

Y eso que esta vez el Tecnyconta no hizo experimentos. Porfirio Fisac dio 28 minutos a McCalebb, 14 a Santana como relevo y dejó inédito a Alocén. Un poco más, 29 minutos, tuvo Seibutis, que ejerció de líder al principio, con buen acierto además, pero al que al final acabó faltando la gasolina. También disfrutó de muchos minutos Barreiro, en este caso por la baja de Okoye, que se quedó en casa. El gallego estuvo bien en el rebote e, incluso, desde el triple pero, como todo el equipo, fue de más a menos. Incluso Berhenemeskel hizo una más que interesante primera parte.

Con unas rotaciones más lógicas el equipo aragonés gobernó el encuentro en los primeros 20 minutos pero ni así pudo superar al Unicaja cuando los malagueños se pusieron en serio. El Tecnyconta acabó desarbolado, sin capacidad de reacción. Cuando pareció tenerla, en ese momento inicial del tercer cuarto, acabó precipitado y la ansiedad dio al traste con las escasas opciones que le quedaban.

Esta vez no hubo bálsamo en el Martín Carpena y se cumplió la lógica entre un equipo europeo y otro que anda todavía a vueltas con su propia identidad. Así que de momento el conjunto aragonés se queda con dos triunfos en seis partidos de Liga y la próxima semana le toca de nuevo fuera de casa, en Tenerife. Mucho camino tiene por delante el Tecnyconta para acercarse a ser lo que quiere ser. Y, sobre todo, para ganar partidos, que es de lo que se trata.