Javier Lambán afronta la que es la crisis más importante desde que está al frente de la comunidad aragonesa. El impacto de la pandemia en la salud de los aragoneses, pero también en la economía y en los hogares y las familias aragonesas será notable, según se desprende de sus palabras. Lo que se presumía como un año próspero en lo económico y estable en lo político ha dado un giro radical de 180 grados. Ahora el horizonte es bien distinto, pero el presidente confía en que la crisis pasará.

-¿Tiene la sensación de que se ha actuado tarde o de que se podían haber hecho las cosas de otra forma visto el ejemplo de Italia?

-No me planteo ahora ese tipo de cuestiones. Como presidente de Aragón, me he esforzado desde el primer momento en cumplir con mi obligación, que es ofrecer seguridad a los ciudadanos, así como de disponer y organizar todos los recursos que tenemosa nuestro alcance para ser eficaces en la lucha contra el virus y tratar de anticipar los escenarios sociales y económicos que nos va a dejar la pandemia, que son muy preocupantes.

-¿Le preocupa especialmente la elevada tasa de mortalidad que hay en Aragón? ¿A qué cree que se debe?

-Todos los fallecimientos nos preocupan, pero en este momento la cifra está por debajo de la española, y es notablemente inferior a la italiana: 5.19% en Aragón, 5.32% en España y 8.60% en Italia. No obstante, conforme aumenten el número de casos confirmados, estas tasas de mortalidad descenderán.

-¿Aragón no descarta acoger pacientes de otras comunidades más saturadas?

-Es el Gobierno de España quien está al mando y todos debemos aceptarlo de buen grado y cooperar. La crisis desborda ampliamente el marco autonómico, tanto geográfica como competencialmente. Aragón será solidario con los demás, de la misma manera que lo serán los demás con nosotros si es preciso.

-¿Cuándo contemplan que se alcanzará el pico de la epidemia y se empezarán a normalizar las cosas en Aragón?

-Es imposible determinarlo con precisión en estos momentos. Algunos de los modelos predictivos que se están utilizando establecen que el crecimiento máximo se alcanzará previsiblemente en los primeros días de abril. Pero hemos de tener en cuenta que continuará la alta presión asistencial a lo largo de todo el mes.

-¿Tiene previsto la DGA habilitar espacios públicos para atender a los infectados si crecen los casos de forma exponencial en los próximos días?

-Los planes de contingencia en los que trabaja el departamento de Sanidad, contemplan distintos escenarios. En una primera fase ya se ha trabajado en la adecuación de los espacios asistenciales sanitarios. Si aumenta la presión, se irá valorando la puesta en marcha de dispositivos sanitarios desplegables y, si fuera necesario, se solicitará la ayuda del ejército o incluso de empresas especializadas en este tipo de recursos.

-Hay hosteleros que han ofrecido ya sus hoteles para convertirlos en hospitales. ¿Cree que llegaremos a esa situación o la disponibilidad de camas en el sistema sanitario público en Aragón es suficiente?

-Tenemos contemplada esa posibilidad. Todo este tipo de recursos se irán poniendo en marcha en el momento en que sea necesario, en función de la evolución de la epidemia.

-¿Tiene previsto introducir modificaciones en los presupuestos de la comunidad para poder afrontar esta pandemia?

-Sí, este es uno de los asuntos que estamos hablando con el Gobierno de España. Necesitamos más margen de déficit y más aportación de recursos para hacer frente a las dos crisis: la sanitaria y la económica. Mi idea es ir acordando medidas con los agentes sociales, pero también con los grupos parlamentarios y con los ayuntamientos, que están resultando claves en los momentos que estamos viviendo.

-¿Es partidario del cierre total de los centros productivos en una crisis de estas dimensiones? ¿Cree que es mejor para una recuperación de la economía más rápida?

-Preservar a pleno rendimiento la cadena alimentaria es tan importante como el funcionamiento eficaz del sistema sanitario, garantizando totalmente, eso sí, la seguridad sanitaria de los trabajadores. Pero, en general, no debe supeditarse la seguridad sanitaria al mantenimiento de la actividad económica.

-La vida ha cambiado en la última semana ¿Los aragoneses están respetando las normas del estado de alarma?

-Sin duda. Los aragoneses están siendo ejemplares en el mantenimiento de la tensión cívica que exige el estado de alarma. Saben que gran parte del éxito de la lucha contra el virus depende de ellos y están comprometidos al máximo.