Los aforos del comercio, los establecimientos de restauración, las piscinas y las activadas culturales y de ocio se ampliarán al 75% en Aragón a partir de mañana, cuando la comunidad entrará en la etapa de nueva normalidad tras tres finalizar el estado del alarma del coronavirus. Esta medida de carácter general, sin embargo, tiene excepciones en casos como el ocio nocturno, cuya capacidad máxima se sitúa en el 50% y con ocupación de las pistas de baile con mesas para evitar los hacinamientos. En cuantas a la celebración de fiestas patronales, epicentro de la vida de los pueblos en verano, se suspenden hasta el 30 de septiembre.

Son algunas de las principales instrucciones que forma parte de la orden autonómica aprobada este viernes por el Gobierno de Aragón para regular las restricciones en esta nueva etapa de lucha y control de la pandemia. El detalle del documento, de casi 20 páginas de extensión, será publicado este sábado en el Boletín Oficial de Aragón (BOA).

Por su entidad propia y complejidad, la DGA dará luz verde en próximas fechas a «elementos normativos separados» para regular las residencias de mayores y la vuelta a los colegios en septiembre por tratarse de «aspectos muy sensibles».

NO BAJAR LA GUARDIA EN PREVENCIÓN

Al margen de los aspectos normativos, el presidente de Aragón, Javier Lambán, consideró ayer que «la responsabilidad individual de las personas va a ser el elemento definitivo para derrotar el virus» a partir de ahora. «Por muchas normas que elaboremos y controles que hagamos, si no hay una responsabilidad individual asumida, el confinamiento no habrá servido de nada», aseguró en la rueda de prensa ofrecida junto a la consejera de Sanidad, Sira Repollés, para presentar las medidas de la nueva normalidad.

Lambán reiteró que empieza una etapa «que no está exenta de dificultades», por lo que hizo un llamamiento de al «corazón» y a la «cabeza» de los aragoneses para no bajar la guardia y mantener un comportamiento cívico y responsable a fin de evitar la transmisión del virus.

«La situación es inestable con una evolución favorable pero debemos tener cautela», recalcó Repollés, que instó a cumplir las tres medidas básicas de prevención frente a la covid-19 como son la higiene constante de las manos, el distanciamiento social y el uso de mascarilla si no puede mantener una distancia de un metro y medio.

La consejera detalló que el objetivo de los nuevos aforos es «evitar los hacinamientos y aglomeraciones». «No nos podemos permitir que todo esté lleno», agregó. En este sentido, advirtió que la situación epidemiológica es «inestable» y «dinámica», por lo que dependiendo de la evolución o de si surgen rebrotes, la DGA «hará las modificaciones oportunas» de la orden autonómica.

Otra de las novedades es que se recuperan los acontecimientos deportivos con aforo limitado y de participantes. En eventos con más de 1.000 participantes, los organizadores deberán contar con un permiso especial que expedirá Salud Pública. En el caso del estadio de fútbol de La Romareda, «se decidirá en instancias de ámbito nacional», precisó Lambán, ya que el Consejo Superior de Deportes decidió que «todos competirían en igualdad de oportunidades».

ACAMPADAS Y COLONIAS URBANAS

Para el ocio juvenil se siguen restringiendo las acampadas en tiendas de campaña, pero se permiten los campos de trabajo con límite de 20 participantes y las colonias con pernoctación en albergue desde los 12 años y con grupos de 50 personas. No obstante, las actividades a realizar deberán ser en grupos menos numerosos.

También se permiten las colonias urbanas para todas las edades y se amplía el aforo en las piscinas, que pasa de un tercio al 75% y manteniendo el distanciamiento, una flexibilización que puede propiciar la apertura de instalaciones cerradas. En juegos, se permiten las actividades al aire libre con medidas de higiene y distanciamientos.

En materia de Educación, el presidente aragonés señaló que «hay que planificar el curso ofreciendo seguridad a los padres y enseñantes para que sepan a qué atenerse desde el primer momento». Confió en que el próximo curso pueda comenzar «de una manera razonable, presencial y práctica, con normas que sean aplicables, no de imposible aplicación». A este respecto, afirmó que la conveniencia de mantener un metro de distancia, en lugar del metro y medio que exige el Gobierno central, «es prácticamente compartida» por todas las autonomías.