El parón en la hostelería durante tres meses por el confinamiento y las medidas de protección para frenar la pandemia del coronavirus han llevado a la baja los precios de algunos de los productos frescos más especiales. El marisco, el pescado salvaje y las carnes más selectas que habitualmente tenían sus comensales en las mesas de los restaurantes, han abaratado sus precios para poder encontrarse con los compradores en los mostradores del mercado. Es el caso del chuletón, el solomillo o la paletilla de ternasco en las carnicerías. Y el de los langostinos frescos de Huelva y el mero salvaje en las pescaderías. Los cítricos y el jengibre han disparado sus ventas en las fruterías.

El aislamiento de la población y el cierre casi total de la hostelería están detrás del vaivén de precios de los productos frescos durante los últimos meses. Unas circunstancias que se suman al habitual baile de la oferta y la demanda. José Carlos Gran, presidente de los detallistas del Mercado Central de Zaragoza, explicó que «la subida de precios se ha notado más en las verduras, mientras en los pescados y mariscos se produjo una bajada y la carne ha mantenido, más o menos, unos precios estables». Y en cada puesto del mercado más antiguo de la capital aragonesa se ha vivido la pandemia de una manera, y queda patente que esta ha influido en los precios.

«Los pescados de capricho y el marisco están más baratos porque hay menos demanda, y el pescado de consumo habitual se ha mantenido», indicó el pescatero José Luis López, desde su puesto del Mercado Central. «El mero salvaje ha pasado de estar a unos 50€/kg a 30€/kg, como lo tenemos ahora. La gamba roja de Vinaroz ha dividido su precio, pasando de unos 100 a 50 euros el kilo, y el langostino fresco de Huelva, ahora cuesta 50 pero hace unos meses se paga a 70 €/kg», ejemplificó López. Las carnicerías también han notado esta bajada de precios en los productos selectos, y el chuletón llegó a poder comprarse a 10€/kg. Sin embargo, otras carnes como el ternasco «han subido mucho», indicó Erika Pueyo, en su puesto del Mercado Central. «El ternasco estaba a 5,50 y ahora, a 8€/kg», dijo.

En las pollerías ha habido unos periodos de incremento y otros de bajada de los precios, con variaciones de entre 15 y 30 céntimos. «A principios de abril el precio subió 30 céntimos el kilo, después se abarató en mayo y ahora tenemos unos precios estables», indicó José Carlos_Gran, pollero de profesión. Y Julio_Artigas, de Frutas Furruchaga, resumió que «en general» los precios se han mantenido, aunque «las granizadas han llevado al alza el precio de productos como la cereza o el melocotón». Pero Javier Monge, representante de la Asociación de Mayoristas y director comercial de Frutas Monge, recordó que «cítricos como la mandarina y la naranja llegaron a subir entre un 20 y un 30%». Además, el jengibre se ha revelado como el producto estrella de la pandemia. «Al parecer, por sus propiedades para el covid, se llegó a multiplicar la demanda por 20 o 30, lo que duplicó su precio», señaló.

Desde la Asociación Española de Distribuidores,_Autoservicios y Supermercados, su secretario general técnico, Felipe Medina, manifestó que «después de las primeras semanas de estrés de la cadena agroalimentaria, todo va volviendo a la normalidad». Y pese a que ha habido «subidas y bajadas de precios», consideró que no se ha producido «ningún incremento de precios desorbitado».