Ha sido la agitadora, el revulsivo de la selección española tanto dentro como fuera de la cancha. La alegría de la huerta para el equipo de Lucas Mondelo. «Intento transmitir alegría. Creo que la clave de este éxito es el buen rollo y la complicidad que tenemos todas. Ha sido un Europeo muy divertido en el que todas hemos disfrutado», explicaba ayer la aragonesa en Madrid tras ser recibida, junto al resto del equipo, en la tarde de ayer en el Palacio de la Moncloa por Pedro Sánchez, el presidente del Gobierno. «Este equipo es el orgullo de todo el país», indicó emocionado Sánchez.

Cristina Ouviña se ha asentado como una de las jugadoras clave del equipo nacional que pasó por encima de Francia en la final del Eurobasket con su espectacular triunfo por 86-66. La aragonesa repitió su victoria sobre el mismo rival en su propia casa de hace seis años y es uno de los valores seguros del conjunto español de cara a los Juegos Olímpicos de Tokio del año que viene.

España ha conquistado siete medallas consecutivas en grandes campeonatos. La última, el oro logrado en Belgrado, sin Alba Torrens, su buque insignia. «Ya dije que todas estábamos capacitadas para dar un paso adelante. Igual no en puntos. Pero en defensa todas hemos estado de sobresaliente y eso hace que no se necesiten los 20 puntos que metía Torrens», indica la jugadora zaragozana de 28 años.

Lucas Mondelo fue muy cauteloso en la fase de preparación. Era consciente de que era muy complicado repetir el título de hace dos años. «A priori el único objetivo era estar en el preolímpico y las medallas eran un extra. Teníamos mucho miedo a este campeonato porque habíamos sido muy irregulares en la fase de preparación. Las seis victorias no eran las previstas. No esperábamos esto y fuimos partido a partido», indicaba ayer dese Madrid la doble campeona de Europa.

La nueva jugadora del USK de Praga no tenía una dedicatoria especial para su segundo Eurobasket. «Bueno... Hemos hecho historia. ¿Hay algo más especial que esto?», indicaba la base internacional. Ouviña se ha consolidado con un rol muy importante en un equipo en el que tiene todas las papeletas para recoger en el futuro el testigo de Laia Pala y Silvia Domínguez. «Estoy muy contenta de estar entre las doce elegidas por Mondelo. Porque he estado más años fuera que dentro. Y ahora valoro mucho más estar con todo este grupo y, sobre todo, ganando medallas. Mi rol me gusta. Y creo que encaja perfectamente en mi estilo de juego», dice la aragonesa.

LAS CLAVES

En los seis partidos ha habido momentos delicados. Como el segundo partido frente a Gran Bretaña o los últimos minutos de las semifinales frente a las serbias. «Hubo muchos partidos claves. Pero hemos ido creciendo en todo el campeonato. Hemos dejado a equipos anotadores con muy pocos puntos y sin duda nuestra defensa nos ha dado el oro. El partido más duro fue contra Serbia. Creo que es el que nos dio el impulso y la confianza para ganar», reconocía. La final ganada por 20 puntos pareció un formalismo para un equipo que se deleitaba sobre el parqué. Nicholls llegó a decir que la victoria fue sencilla contra Francia. «Bueno. Cuando ganas de 20 puntos tienes esa sensación», dijo Ouviña, que ahora se desplazará a Belgrado para acudir a una boda. El 15 de julio la aragonesa tiene previsto regresar a su ciudad natal.