Alonso estaba muy contento de la carrera que había protagonizado, de su salida ("Sato me frenó y tuve que levantar el pie, de lo contrario, tal vez hubiese hasta superado a Barrichello"), de sus 70 vueltas ("cuando se le rompió el motor a Trulli, me temí lo peor") y del podio: "es la mejor recompensa como están los Ferraris". El asturiano cree que "es imposible rodar al ritmo de Ferrari, pero en los últimos cinco grandes premios puede haber alguna sorpresa. No digo donde, pero quiero ganar un GP".