Álvaro?, una persona extraordinaria y un piloto muy, muy, bueno. Tiene sensibilidad, sabe testar estupendamente lo que le ocurre a cada moto. Hemos hecho un gran fichaje. Tenemos una confianza ciega en él, tanto como punta de lanza de nuestro proyecto en el Mundial de Superbikes como el hombre que, probablemente, nos consiga, con el equipo de pruebas, las decimitas que nos faltan para poder ganar el título de MotoGP.

La valoración que el ingeniero más importante del Mundial de motociclismo, el italiano Gigi DallIgna, creador del proyecto Ducati Desmosedici de MotoGP y, sí, también, inventor de la Ducati Panigale V4 con la que el español Álvaro Bautista, de 34 años, tratará de acabar con la impresionante racha del británico Jonathan Rea y Kawasaki, campeonísimos desde hace cuatro años, hace del piloto de Talavera de la Reina es plenamente compartida por los 2.000 habitantes del paddock del Mundial de motociclismo.

Prestigioso cambio de rol

Entonces, por qué tan extraordinario piloto no tiene un hueco en la parrilla de MotoGP? Pues, simplemente, porque las cosas ocurren porque han de ocurrir y no hay que darle más vueltas. Yo, hasta hace diez días, era un piloto más de MotoGP, una categoría, un Mundial, donde los españoles son los amos, ganando grandes premios y títulos y, donde, si acabas el séptimo o el cuarto, como conseguí yo en Australia, no sales en los papeles, pilotes la moto que pilotes o te haya costado lo que te haya costado. Y, ahora, mira por donde, soy el n 1 del proyecto de Ducati para intentar conquistar el título de Superbikes, un Mundial muy, muy, competitivo y el probador de MotoGP, el probador que ojalá! puede ayudar a Andrea Dovizioso y Danilo Petrucci a ganar, por fin, el título de la categoría reina. La verdad, estoy muy orgulloso de mi cambio.

Bautista, campeón del mundo de 125cc en el 2006, ha abandonado el Mundial de MotoGP ante la admiración general. En efecto, todo el mundo lo considera un auténtico pilotazo, que, cuando tuvo la moto oficial, estuvo peleando por los primeros puestos y hasta el podio, como ocurrió en Phillip Island. Ahora me toca tener mi mente ocupada con dos funciones muy distintas, pero igualmente motivadoras. Son, en efecto, dos proyectos muy diferentes. Distintos equipos, distintas motos, eso sí, las dos de 1.000cc, neumáticos diversos (Pirelli, en SBK; Michelin, en MotoGP), frenos que no tienen nada que ver, suspensiones distintaspero las mismas ganas y pasión para conseguir resultados y, sobre todo, mejoras para MotoGP.

Les cuento la última semana de Bautista y alucinarán de sus capacidades y actividad. Así como Fernando Alonso se sube una semana al Toyota de resistencia y, a la siguiente, al McLaren de F-1, Bati lo hace de un día a otro. En Jerez, probó la Panigale V4 lunes y martes, miércoles y jueves se subió a la Desmosedici de MotoGP y, el viernes, volvió a montarse en la Ducati de SBK. Las primeras vueltas con cada una de ellas son un poco locas pero, a los dos giros, los cajones de tu cerebro en los que tienes archivadas las características de cada moto, zas!, encajan a la perfección en minutos y te pones a rodar como si nada. Eso sí, Bautista reconoce que el salto más sorprendente se produjo el lunes pues pasar de un año en la MotoGP al primer contacto con la Panigale V4 es enorme.

Bautista recuerda, porque es muy significativo para el aficionado, que la Ducati de SBK se la puede comprar cualquier en la tienda. Bueno, sí, claro, cualquier que tenga bastante dinero, pero es una moto creada para la carretera, para los clientes más apasionados. La Desmosedici de MotoGP es una moto ideada para el piloto, con materiales sofisticadísimo, una caja de cambios carísima y prestaciones de gran premio. Bati explica que la SBK se mueve mucho, bueno, es menos estable, mientras que la MotoGP es pura potencia, frenos brutales y totalmente racing-racing.

El piloto de Talavera de la Reina cuenta que con la Panigale hemos de intentar casi, casi, un imposible, sobre todo en este primer año del proyecto SBK de Ducati, como es destronar al poderosísimo Rea, el mejor piloto de Superbikes de todos los tiempos, y con la Desmo he de arañar algunas décimas de segundo para ofrecérselas a Dovi y Petrux para que peleen, de nuevo, por el título de MotoGP. Porque, olvídese, el cetro de MotoGP se decide ya por décimas de segundo. Nadie tiene un segundo escondido en la manga, nadie! Ahora, de lo que se trata es de encontrar décima a décima. Y en ello estamos.