El Barcelona abusó, casi sin quererlo, de un ilusionado Huesca (8-1), en un partido con poca historia en el que los azulgranas menos habituales aprovecharon la oportunidad para reivindicarse e imprimir el billete a los octavos de final de la Copa del Rey. Pedro --autor de un triplete--, Sergi Roberto e Iniesta en el primer tiempo, y Adriano, Adama y Sandro en el segundo, firmaron los tantos con los que los azulgrana amenizaron la noche histórica de los aragoneses, que celebraron su debut en el Camp Nou con un gol de Carlos David.

Fue la noche de la ilusión para el Huesca, que por vez primera de su historia disputaba un partido en el Camp Nou, y de la reivindicación para los actores secundarios del Barcelona. Y es que con la eliminatoria sentenciada apostó Luis Enrique por un once con tan solo dos teóricos pesos pesados --Mascherano e Iniesta-- que jugaron de inicio junto una mezcla de poco habituales y los pupilos del filial Sergi Samper y Munir. Una de las principales novedades, además del debut del guardameta Jordi Masip, fue la entrada del casi descartado Martín Montoya en el lateral derecho en detrimento del discutido Douglas Pereira.

A pesar de la goleada final, el líder del Grupo II de la Segunda B empezó serio, sin complejos, con ganas de disfrutar de una noche histórica. Quizá por ello, los jugadores de Luis García Tevenet, aprovechándose de la apatía defensiva de su rival en los primeros compases del primer tiempo, gozaron de dos claras ocasiones con Esnáider como protagonista. El nueve del Huesca tuvo el gol en dos cabezazos. El primero, sin oposición, salió muy desviado, mientras que el segundo salió rebotado contra el palo derecho de la portería defendida por Masip. No lo aprovechó el Huesca y después el Barcelona no tuvo piedad.