Sí, es reiterativo, pero no por eso le falta razón. La afición no tardó en darse cuenta de lo que ha aportado Movilla a este equipo desde que llegó sobre la bocina del mercado de invierno. Y la afición también sabe que el jugador, cedido del Atlético de Madrid sin opción de compra, debe --y quiere-- regresar a su club a final de temporada. Por eso aprovecha cualquier momento para intentar conquistar su corazón. Y el de ayer era el mejor posible, con la Copa del Rey recién llegada, un título al que el madrileño contribuyó con un soberbio partido en Montjuïc.

"¡Nosotros te queremos, Movilla quédate!", fue repetido en reiteradas ocasiones en las puertas de La Romareda. No era la primera vez que el jugador lo escuchaba. De hecho, en el primer partido que jugó con la camiseta zaragocista, frente a la Real Sociedad, ya lo pudo oír en el estadio al final del choque. "Estoy muy orgulloso de que coreen mi nombre y lo que quiero es hacerlo lo mejor posible. Yo he venido hasta junio para ayudar en la salvación, en lo que estamos todavía, y además se ha logrado esta Copa", decía, visiblemente emocionado, mientras los 3.000 seguidores no dejaban de cantar el ya célebre estribillo.

Cantó hasta Longhi

También lo hacía el segundo de Víctor, Raúl Longhi, quizá con la esperanza de que cuantas más voces se unan para hacerlo más posibilidades habrá de que Movilla siga vistiendo los colores zaragocistas la próxima temporada. En el Manzanares no se explican por qué Manzano marginó al futbolista, aunque al técnico no le gusta que se lo recuerden. "¿Movilla estuvo el año pasado en el Atlético?, pregunto. ¿El año pasado fue el Atlético campeón de Copa?, pregunto. ¿El año pasado el Atlético con Movilla llegó a estar 17 jornadas en puestos europeos?, respondedme, ser sinceros", interrogó ayer a la prensa, a la que acusó de ventajista.

Mientras tanto, Enrique Cerezo, presidente del club, aseguró que el jugador es en estos momentos rojiblanco, aunque no garantizó su regreso en el verano. Esa vuelta es más difícil con Manzano, pero Movilla sigue en sus trece de regresar sin importarle una renovación que el técnico está negociando. Se abre, pues, una puerta a la esperanza. Pequeña, eso sí. Y la afición quiere agarrarse a ella para que Movi siga llevando las riendas del juego del Zaragoza el próximo curso.