Eduardo Orduna casi no recuerda cuántos años lleva en el Peñas. Ha pasado por todas las categorías y ahora trata de mantener al equipo de División de Honor.

--Llegó el primer triunfo...

--Bueno, aunque sólo llevábamos un punto no hemos sido inferiores a los rivales durante muchos minutos de nuestros partidos. Nos preocupaba, pero también nos alentaba porque quería decir que teníamos el ritmo de competición y que el trabajo que estábamos haciendo no era malo.

--Además del cambio de plantilla, les han machacado las lesiones...

--Los cambios generacionales siempre afectan, pero yo confiaba porque nos nutrimos mayoritariamente con jugadores propios y los fichajes que hicimos eran importantes. Con lo que ya no contábamos era con las bajas en pretemporada, que nos han hecho empezar la Liga sin preparación suficiente.

--¿Para ustedes ha venido en el peor año que baje un equipo más?

--Es una medida injusta para diez equipos de la categoría, pone mucho más complicado salvarse pero lo sabíamos desde el principio y hay que aceptarlo.

--¿Qué supone para Huesca tener un equipo en División de Honor?

--Es representativo no sólo de la capital sino de toda la provincia. Huesca tiene mayor peso específico en el fútbol aragonés y eso quiere decir que se está trabajando muy bien en el fútbol base. Tenemos tres equipos en División de Honor Infantil, Cadete y Liga Nacional. Aunque habría que matizar, formamos una pirámide en la cual todos trabajamos.

--¿Sienten que los demás equipos les apoyan?

Sí, porque es un trabajo de ida y vuelta. Cuando llegan, se forman y luego vuelven con un nivel mucho más competitivo a sus equipos de origen y eso es bueno. A veces es difícil porque coartas sus aspiraciones, pero lo comprenden.

--Su mundo es el fútbol...

Sí, he trabajado desde equipos de niños hasta en Regional Preferente. Ahora estoy con dos compañeros en la Escuela de Fútbol Oscense, tratando de darles lo que nosotros no tuvimos. El fútbol ocupa el 90% de mi tiempo.