Muchos meses y partidos después, el Zaragoza B afronta hoy a las 11.30 horas el momento que ha esperado desde que comenzó la pretemporada. El ascenso está a solo 90 minutos, que se jugarán en La Romareda y, además, con un buen resultado, puesto que el filial empató (1-1) en Alcorcón ante el Trival Valderas en la ida de la eliminatoria de campeones de los playoffs de ascenso a Segunda B. Valdría el 0-0, pero Emilio Larraz ya advirtió el viernes que saldrán a ganar. El técnico anunció juego de ataque, el único con el que se siente cómodo un equipo creado para tener el control.

No lo tuvo, sin embargo, en la ida; su rival salió con mucha intensidad, arrinconando al filial con un juego muy directo y, sobre todo, haciendo uso de su veteranía. Los de Larraz carecen de experiencia, pero a cambio tienen talento y capacidad física. La clave, en cualquier caso, para que el guión de hoy sea distinto estará en que el filial sea el filial, es decir, que tenga el balón y le quite la iniciativa al Trival Valderas en un día en el que tendrá a la afición de su lado. Las entradas son a 5 euros y los abonados pueden llevar un acompañante.

CON EL MISMO ONCE Larraz tiene a toda la plantilla sana, pero no podrá contar con Whalley y Tierno (tampoco con Rico, que hace tiempo que es fijo con los mayores), convocados por Víctor Muñoz para el partido del primer equipo en Murcia. Habrá, no obstante, muchos otros jugadores que ya han debutado con el primer equipo. Hasta siete lo han hecho ya, Tierno, Rico --los únicos ausentes hoy-- Diego Suárez, Esnáider, Carlos Javier, Tarsi y Anton. El técnico del filial piensa repetir el mismo once que en la ida. Es decir, Aroca, Bonilla, Lasure, Meseguer, Santigosa, Tarsi, Robert, Carlos Javier, Juan Esnáider, Adán y Pablo Moreno.

Ya conocen, pues, algunos La Romareda, otros solo de vista, pero el club y el cuerpo técnico confían en que jugar en el estadio municipal ayude y no reste, que también podría ser, por aquello de que no es el escenario habitual del B. Todo indica que no lo hará, porque las dimensiones, mayores de lo normal a este nivel, beneficiarán el juego de posesión del filial, así como su mayor despliegue físico. Y luego está la ilusión. "La mayoría de nosotros somos aragoneses y La Romareda es el sitio donde a todos nos gustaría jugar", dijo Adán, goleador del filial, esta semana. Hoy tendrán la oportunidad de hacerlo, y a la vez de devolver al filial a Segunda B un año después de su descenso.