La mayor recompensa del deporte español, fútbol al margen, la percibirán los deportistas que lograron una medalla en los Juegos de Barcelona-92. Y decimos percibirán porque la única condición para acceder a ella es haber cumplido los 50 años, algo que la mayoría de ellos no ha hecho. Esa fue la condición, pensando en un futuro a menudo difícil para deportistas minoritarios, que impuso Juan Antonio Samaranch, entonces presidente del COI y de La Caixa, cuando convenció a la entidad bancaria de emitir una Libreta de Campeones a plazo fijo, dotada con 100 millones de pesetas (600.000 euros) para los campeones, 420.000 para subcampeones y 300.000 para los de bronce.