El Zaragoza B estuvo a punto de conseguir el triunfo ayer en Hospitalet (2-2) en un campo con mucha agua. El equipo de Láinez, que se adelantó por dos veces en el marcador y llegó al descanso con ventaja (1-2) tras los goles de Bonilla en el minuto 5 y de Diego Suárez al filo del descanso, no pudo con el colegiado Gálvez Rascón en los últimos minutos. Primero prolongó el encuentro exageradamente y después pitó un penalti en contra del equipo aragonés tras un claro control con la mano del delantero local. El filial dio buena imagen, con mucha intensidad.