Aún hoy cuesta entender por qué Toño Cartón no disputó ningún partido con la selección absoluta. Pero cuatro años después de su retirada forzosa por la desaparición del BM Aragón el exjugador asturiano va a vivir su primer Mundial de balonmano por dentro como preparador físico de los anfitriones, Egipto, en la cita que los Faraones inauguran esta tarde ante Chile. «Pese a todos los pesares y condicionantes es una ilusión tremenda vivir lo que estuve cerca pero no pude vivir como jugador. He encajado bien, estoy disfrutando mucho con la experiencia, Roberto me hace sentir importante y me siento muy a gusto. Estamos esperando el pistoletazo llegar con nervios ya», señala.

Curiosamente, Cartón tendrá que volar hoy a Egipto con los Hispanos después de un problema con su vuelo y la rápida ayuda de la Federación Española. Todo está preparado en el país del norte de África para una cita diferente, sin público ni medios en las gradas, con los equipos en burbujas y, por primera vez, con 32 participantes. Todo eso multiplica las incógnitas. «Las expectativas son un poco extrañas porque no sabemos en qué punto está casi nadie», apunta.

Egipto se ha volcado con la cita. «La inversión en recursos materiales y humanos ha sido espectacular, han construido pabellones, han arreglado las pistas, ahora han tenido que montar las burbujas, la organización y el Gobierno se han dejado la piel en que el Mundial se pudiera llevar a cabo. La IHF ha colaborado un montón, no en vano el presidente es egipcio. La afición es más futbolera pero el balonmano es importante. A Zaky cuando estaba con la selección le pedían fotos», dice Cartón.

El exjugador trabaja desde el 2019 con Egipto tras la llamada de Roberto García Parrondo, curiosamente uno de los jugadores que le quitaban el puesto en la selección nacional, y lo combina con su trabajo en la Universidad San Jorge, donde ha encontrado todo facilidades. «Roberto está allí todo el año porque de normal entrena con la selección domingos y lunes. La Liga se juega jueves y viernes, dos partidos seguidos y así descansan el sábado y domingo y lunes se concentran con la selección. Este año ha sido diferente, ha habido concentraciones largas, de un mes o así. Hubo una en verano que sí pude ir y luego nos hemos concentrado ahora otra vez en la que he estado mandando el trabajo a distancia», explica.

Cartón cree que va a merecer la pena ver los partidos de Egipto porque cuenta con jugadores interesantes más el trabajo táctico del balonmano español de la mano de García Parrondo. «Tenemos sobre todo entre los jóvenes algún jugador que puede ser una de las sorpresas del Mundial, un chaval de 19 años de 2,05, lateral, que ataca y defiende. Pero a veces los jóvenes necesitan ese plus de confianza, que el primer balón entre, hay que tener un pelín extra de paciencia con ellos. Tenemos buenos jugadores para el bloque defensivo, jugadores grandes y potentes, más encaminado en principio para un sistema 6:0, aunque tenemos otras variantes, y jugadores interesantes. Tenemos jugadores que juegan en Francia, que han jugado en Logroño como Sanad, Ali Zein que ha jugado en Francia y está en Emiratos, Mamdouh que juega en Rumanía con Javi Humet. Tenemos jugadores interesantes, potentes y del balonmano actual que es muy rápido y hay que estar preparado para atacar y defender. Esperemos que les salga un Mundial estupendo», apunta, destacando también la garra de los jugadores egipcios.

Egipto se va a encontrar en el grupo con Chile, Macedonia del Norte y Suecia. «La Chile de Mateo Garralda y de Iker Cotrina. Es una selección que ya había dejado fuera del preolímpico a Brasil y eso son palabras mayores, es correosa, dirigida por Mateo que aún le aporta ese plus de intensidad. Vamos muy precavidos para ese partido inaugural. El segundo era República Checa pero tenía varios casos de covid y finalmente no van a estar, nos tocará Macedonia del Norte. Y el último partido será el de Suecia que por ahí pueden pasar muchas de nuestras opciones de llegar a octavos», resume.

Después puede tocarles Eslovenia, Bielorrusia y Corea o Rusia. «Tenemos una mirada puesta de reojo y pocos días para preparar los vídeos entre partido y partido. Se vienen muchos días de vídeo, análisis y adaptar sistemas para intentar ayudar a los jugadores y que la preparación sea la mejor posible para darles respuestas y soluciones», apunta con la ilusión de un niño. A sus 40 años va a vivir su primer Mundial.