Sólo falta un pivote, una pieza del puzzle, para que el proyecto del CAI Balonmano Aragón pueda presentarse completo ante una temporada decisiva que ha de llevarle a la ASOBAL. "Estamos a la espera del último fichaje, pero muy tranquilos", afirma Fernando Bolea, el técnico que va a tener entre sus manos un equipo competitivo preparado para un único fin. Desde el club sólo sale un mensaje, único y preciso. Dentro de un año, el equipo zaragozano estará, de nuevo, en la élite. "La Liga es un maratón de 30 partidos y hay que ganarlos todos", dice, convencido, el preparador aragonés, como lo aseguran y lo creen todos los estamentos del club. "Si no logramos el ascenso en condiciones normales, será un fracaso", recalcó Ricardo Arregui, el presidente, hace una semana.

Dos fichajes

Ahora, ese sueño está más cerca porque el equipo se ha visto reforzado con dos centrales de un excelente nivel, David Rodríguez y Sergio de la Salud. Rodríguez llevaba 15 años en el Bidasoa, con el que ha ganado la Liga, la Copa del Rey y la Copa de Europa, y en el que coincidió con Fernando Bolea, factor que resultó decisivo en su contratación. De la Salud tiene 19 años, procede de la cantera del Barcelona y su fichaje ha sido gestionado directamente por Valero Rivera, lo que avala su calidad y proyección. Hasta ahora había jugado en Primera División con el club azulgrana pero se trata de una de las joyas de la cantera.

"Ambos pueden ser parecidos en un momento dado, pero David posee una gran experiencia y contar con dos centrales de estas características nos viene muy bien y nos tranquiliza, porque tener bien cubierto ese puesto es muy importante", explica Bolea, que advierte de las virtudes tanto ofensivas como defensivas de De la Fuente: fue el máximo goleador de la fase de ascenso y se emplea con suma efectividad en tareas defensivas.

El proyecto de ascenso no es una ocurrencia nueva del club ni se ha planificado a última hora. Las bases se sentaron la temporada pasada y este año ha de significar la conclusión de la primera parte, que implica el ascenso a la máxima categoria del balonmano español. Después habrá tiempo para asentar el equipo y plantearse cotas mayores. "El único objetivo del club es el ascenso, lo que supone un plus de ambición y exigencia para todos", reconoce Fernando Bolea, que no se muestra especialmente preocupado por la presión que pueda sufrir el equipo, sino tranquilo porque sabe que la confección de la plantilla está casi cerrada y hecha con garantías. La maquinaria del club se ha movido con precisión y acierto para encajar todas las piezas en un equipo plagado de jugadores experimentados y comprometidos con la causa.

Ocho novedades

De la temporada pasada, en la que el CAI Aragón logró un meritorio quinto puesto, continúan siete jugadores, el portero Pablo Hernández, los laterales Zsolt Szobol y Goran Bilbija, los extremos Amadeo Sorli, Ibai Cano e Iván Aranda y el pivote David Mendoza. Los otros ocho componentes del equipo serán caras nuevas para los aficionados. A los fichajes de Canzionero, Corbin, Navarro, González y Daniel Rodríguez hay que añadir a Sergio de la Salud y a David Rodríguez más un pivote cuya firma puede conseguirse en los próximos días. Con el octavo fichaje se cerraría la plantilla, sólo abierta a la posibilidad de encontrar una ganga en el mercado. El club mantiene negociaciones muy avanzadas con un jugador extranjero, que podría ser Adrián Gregori, cuyo fichaje puede ser cuestión de horas.

Todo estará dispuesto para el 6 de agosto, cuando el CAI se concentrará en Senegüé para comenzar la pretemporada, para continuar avanzando por el camino a la ASOBAL con paso firme y decidido. "No estamos vendiendo humo, vamos a ofrecer espectáculo y goles. Hemos mejorado en todo respecto a la temporada pasada" afirma Bolea. Más calidad, más ambición y el firme convencimiento en el trabajo realizado son las propuestas de un equipo que sólo piensa en devolver a la ciudad un puesto en la ASOBAL.