Un colegiado, valenciano para más señas, se cruzó en el camino del Valladolid, que miró impotente cómo su ventaja de dos goles conseguida en los primeros 45 minutos se iba al traste por la incompetencia de un árbitro que ha debutado esta temporada en una categoría que le viene grande. No señaló un claro penalti en el área del Madrid, no vio una falta de Ronaldo en el primer gol de los blancos y señaló, sin dudar, una pena máxima a favor de los de Queiroz. Junto a su actuación, hay que hablar de la reacción de los galácticos y la falta de continuidad del Valladolid para sentenciar (2-3).

En el fútbol español, los pobres serán siempre pobres. Así lo debió entender Lizondo Cortés, que persiguió al equipo de Pucela hasta terminar con él. Con el Madrid dormido y muy ausente, Zidane agarró a Jesús dentro del área a la salida de un saque de esquina. El penalti lo vio todo el mundo menos el colegiado y su asistente. El Valladolid se sobrepuso y mantuvo su asedio sobre la portería de Casillas, que al igual que su defensa no daba abasto.

El Madrid era un equipo plano, que regresó a su habitual indolencia tras ofrecer una sensible mejoría en Copa ante el Valencia. Ni un disparo a portería con peligro en la primera parte. Nada.

En medio de tanta vulgaridad, los méritos del equipo local se vieron compensados pasada la media hora. Un centro de Losada lo remató con la derecha Oscar al fondo de la red (m. 33). Nueve minutos después, una contra perfecta terminó en un centro de Sales que el propio Oscar cabeceó a la red (m. 42). No tardó mucho el Madrid en acortar distancias. Un centro de Figo lo remató Zidane y lo desvió Ronaldo, que previamente hizo falta a Peña (m. 49).

Pero no iba a terminar ahí el cursillo acelerado de errores del colegiado, que señaló penalti en una mano de Peña tras un servicio de Zidane. Además de la pena máxima, el boliviano vio la segunda amarilla y se tuvo que ir al vestuario. Figo marcó el penalti (m. 62) y al Valladolid comenzaron a temblarle las piernas. Vázquez se preocupó más de guardar el punto, justo en el momento en el que el Madrid ofrecía su mejor cara. Zidane ejerció de director de orquesta y su equipo se enchufó. El que no lo hizo fue el árbitro, que en su empeño por compensar mostró la segunda amarilla a Solari para equilibrar las fuerzas y dejar a ambos equipos con 10.

Aún sacó fuerzas el Valladolid para intentar desnivelar el choque. Losada envió el balón al palo (m. 76). Todo lo contrario que Ronaldo, que apareció para marcar con la derecha en el último suspiro (m. 90).

QUEJAS DE VAZQUEZ Fernando Vázquez no pudo evitar referirse al árbitro tras el encuentro. "No lo puedo entender. No pitó un penalti que lo vio todo el estadio. Luego el asistente nos pita uno en contra. Nosotros también pertenecemos a la Liga de Fútbol Profesional y mis jugadores merecen el mismo respeto que los del Madrid, a los que se le permitió todo. Me siento muy perjudicado", dijo el técnico del Valladolid, que conoció que el árbitro incluyó en el acta sus críticas.