Ibercaja cerró ayer una etapa de 138 años de su historia con la transformación en fundación bancaria y su extinción como caja de ahorros. La asamblea general de la entidad, formada por 150 miembros representantes de las entidades fundadoras y de la sociedad civil, se reunió por última vez, como siempre a puerta cerrada, en la sede de la entidad en la plaza Paraíso de Zaragoza.

El máximo órgano de gobierno refrendó la conversión de la caja en fundación, una mutación impuesta por la ley de cajas de ahorros y fundaciones aprobada el pasado 27 de diciembre. Esta legislación vio la luz como consecuencia del rescate de la banca española y la presión de Bruselas para mejorar la gobernanza de las antiguas cajas, consideradas culpables de la crisis.

En virtud de esta ley, las cajas de ahorros que controlan más del 30% de un banco deben convertirse en fundaciones bancarias y desaparecer. Es el caso de Ibercaja, que ostenta el 87,8% e Ibercaja Banco --el 12,2% restante es de Caja3, del que forma parte CAI--, el octavo grupo financiero del país. El proceso de transformación culminará una vez concluyan su desarrollo las legislaciones nacional y aragonesa sobre cajas y fundaciones. La nueva institución tiene un periodo de hasta cinco años para reducir su participación en el banco a menos del 50%.

La fundación nace con la doble función de fomentar las obras sociales y gestionar su patrimonio. La sede está en Zaragoza y el ámbito de actuación será todo el territorio nacional, especialmente Aragón, La Rioja y Guadalajara, por ser su zona tradicional. La fundación se constituye con la aportación del patrimonio de la caja, que asciende a 2.700 millones de euros.

"ORGULLO"

El presidente de Ibercaja, Amado Franco Lahoz, destacó que la fundación "permitirá continuar la razón de ser para la que se creó la caja hace 138 años: prestar servicios financieros de cercanía y calidad y mantener la Obra Social y su compromiso con la sociedad". Con la nueva etapa, prosiguió, "no cambian en absoluto la esencia, valores y fines de nuestra entidad".

Franco expresó el "orgullo" de haber llegado a este punto "por nuestros propios medios", pues recordó que de las 45 cajas de ahorro que había antes de la crisis, tan solo cuatro serán fundaciones bancarias. Ibercaja es la segunda en dar este paso tras La Caixa, mientras que la vasca Kutxabank y la andaluza Unicaja lo harán en próximas fechas.

Por su parte, el director general de la caja y consejero delegado de Ibercaja Banco, José Luis Aguirre Loaso, subrayó que las pilares financieros que sustentan la entidad "permiten afrontar el futuro con serenidad". Como objetivos, además de reducir la morosidad, apuntó al incremento del crédito, con especial atención a las actividades productivas. A marzo del 2014, el número de operaciones de préstamos a empresas crecía un 15% interanual. "Ibercaja es propietaria de un buen banco, sólido y con capacidad de competir con los mejores", concluyó.