El suizo Arno Camenisch, una de las grandes revelaciones de la literatura europea, firmará hoy en la caseta de Xordica ejemplares de Sez Ner y Detrás de la estación, pertenecientes a su trilogía situada en el cantón de los Grisones en su país natal.

--En Sez Ner aparecen cuatro hombres sin nombre, cuya vida está definida por su trabajo. ¿Esconde una reflexión sobre la existencia humana en determinados lugares?

--Sí, siempre es una reflexión sobre el ser humano y no sobre los lugares. Las preguntas que ocupan a mis personajes no están sujetas a un lugar o a un tiempo, no importa donde estemos. Sitúo a mis personajes en el cantón suizo porque soy de ahí, pero las historias trascienden de ese lugar.

--¿Desposeer a los personajes hasta de su nombre pretende reflejar lo rutinarias que acaban siendo sus vidas?

--Es un libro sobre una forma de existencia. Los personajes tienen sus dudas, miedos y emociones. Intento escribir de una manera fílmica, expresando las cosas sin narrarlas, a través de una imagen.

--En Detrás de la estación, sin embargo, está mucho más presente la pérdida y la decadencia tanto de un lugar como del ser humano. ¿Qué evolución hay entre las dos novelas?

--Los tres libros de la trilogía son historias independientes. Forman parte de una trilogía porque tienen algunos puntos de unión, son los mismos personajes o el lugar es el mismo pero en cada uno he pretendido contar cosas distintas.

--Estas novelas parten de su experiencia en la infancia...

--He escrito sobre la vida, la muerte y también la infancia, pero no necesariamente la mía aunque haya cogido algunas cosas de lo que yo he vivido. No he pretendido contar mi historia.

--¿Estas historias están censuradas por su propia memoria?

--A este respecto es interesante decir cómo funciona la memoria y qué función tiene el tiempo en ella. Un buen texto es como un buen whisky, destilas la esencia para poder disfrutarlo. Nos construimos a través de la memoria, vamos almacenando cosas que hemos visto, leído, oído y recordamos según nuestra propia selección. Al final, la única realidad es lo que queda en el texto. Yo no he escrito desde la memoria sino desde la construcción de la historia, desde la literatura.

--¿Son novelas sin esperanza?

--Son novelas de los lectores así que dependen de lo que ellos sientan al leerlas.

--El paisaje es un personaje más, ¿cree que determina nuestras vidas?

--Lo que es seguro es que el paisaje nos sobrevive. La naturaleza está presente en mis libros porque ha sido el paisaje de mi vida pero no he pretendido contar la historia de un lugar sino de unos personajes.

--No deja de lado el ritmo de la escritura, ¿qué considera más importante, la historia o el estilo?

--La historia y tener algo que contar y contarlo aunque también es muy importante cómo lo cuentes. A mí me interesa la idea de tomar algo de otro momento y ponerlo en un contexto contemporáneo.