Al volver la esquina ha estado guardada en un cajón más de 40 años. Su autora, Carmen Laforet, declaró tenerla escrita ya en 1963 pero su publicación se vio aplazada dos veces. El escritor Agustín Cerezales, hijo de Laforet, presentó ayer esta novela inédita que publica la editorial Destino en su colección Ancora y Delfín.

Con La insolación y Jaque mate , Al volver la esquina formaba la trilogía Tres pasos fuera del tiempo . Pero su autora no la publicó en los años 60 ni tampoco en 1973, cuando ya había corregido las galeradas. Laforet no devolvió el texto revisado a su editor, José Manuel Lara, porque antes, quería acabar Jaque mate . El caso es que esta novela durmió olvidada hasta que la escritora, hace dos años, dio permiso para que viera la luz. Sus hijos, Agustín y Cristina, son responsables de su edición, junto a Israel Rolón.

El hijo de Laforet explicó ayer que, cuando leyó el texto, le resultó familiar: "Me hizo gracia ver que mamá ya me había contado esta novela".

Cerezales no pudo evitar emocionarse en la presentación de la novela ya que su madre falleció hace sólo unos meses: "Ni siquiera los de la familia la habíamos leído. Cuando ella dijo que le parecía bien que se publicase, encontramos unas galeradas llenas de correcciones que dificultaban mucho su lectura. Fue como resolver un puzzle pero todas eran pertinentes, hasta la última coma".

El la considera "una historia lograda, fraguada y controlada" por la autora de Nada pero insistió en que los dos libros no tienen nada que ver en cuanto a su temática. Explicó que Al volver la esquina es una novela "técnicamente difícil pero de apariencia sencilla".

Aunque su madre viajó mucho y es posible que dejara desperdigados textos suyos, Cerezales descartó que aparezca otra novela inédita. "Sí hay fragmentos y anotaciones y todos sus textos eran impecables, desde una carta privada hasta la postal que te enviaba cuando estaba de viaje, pero es difícil que encontremos un libro".

El hecho de que Laforet abandonara la vida pública provocó que siempre la rodeara un halo de misterio. Cerezales defendió que la vida de su madre no fue misteriosa sino sólo "discreta y privada", y recordó que para ella lo importante era la obra: "Mamá no hubiera venido a esta presentación. Ella decía que lo que uno escribe es una estela que queda y que el resto no tiene importancia".