La nueva película de Nuri Bilge Ceylan contempla el viaje espiritual de un joven aspirante a escritor que intenta descubrir qué hará con su vida y, en el proceso, deja de ser un cretino arrogante. Para ello se estructura a la manera de una serie de conversaciones largas, tensas y fascinantes -sobre el choque entre lo viejo y lo nuevo, sobre el sentido del arte y la religión en Turquía- dirigidas hacia un final emocionalmente apabullante. Su complejidad e ironía la convierten en una obra grácil.