En Zaragoza ya está todo preparado para recibir al cantante más famoso de boleros por excelencia, Luis Miguel. De niño prodigio a fenómeno musical de masas, este mexicano llega a la plaza de toros de la Misericordia dispuesto a darlo todo. La cita es a las 21 horas de esta noche y los más rezagados aún están a tiempo de comprar sus entradas. Según los datos conseguidos a través de la CAI, entidad encargada de su venta, al cierre de esta edición se habían adquirido 6.400 de un total de 10.000 que es el aforo establecido para el recinto.

El de Zaragoza es el último de los ocho conciertos españoles que Luis Miguel ha incluido en su gira 33 . Aterrizó en nuestro país el 23 de septiembre en tierras gallegas, concretamente en Santiago, y hasta el día de hoy ha actuado en Jaén, Valencia, Madrid, Alicante y Barcelona, en donde actuó ayer por la noche en un abarrotado Palau Sant Jordi.

Para el concierto de esta noche, la voz melódica de Luis Miguel estará apoyada por 120.000 vatios de sonido, 300.000 de luz y tres pantallas gigantes de vídeo que acercarán la cara y figura de este ídolo a aquellas personas que estén alejadas del escenario y no puedan disfrutar de él a tamaño natural.

El nombre de la gira, 33 , se refiere a la edad con la que cuenta el artista en la actualidad y es también el título de su último disco del que, como anécdota, se vendieron 1,5 millones de ejemplares en sólo las primeras 24 horas desde su puesta en el mercado. Además, el cantante, capaz de interpretar pop, boleros y tango con su característico estilo, consiguió que se colgase el cartel de no hay entradas durante los 25 recitales que ofreció en el Auditorio Nacional de Ciudad de México.

Siempre le ha gustado titular sus discos con alusiones a su persona. Desde aquel infantil Luis Miguel...un sol (1982) al emblemático Aries (1993). O el explícito 20 años (1990) con que cerró su etapa más fructífera junto a Juan Carlos Calderón, compositor del que volvió a echar mano (antes de volverse a pelear) en Amarte es un placer (1999). Entonces vivía un momento especialmente dulce. Y un idilio de película con Mariah Carey. Hoy, mientras ella compite con Michael Jackson en el ránking de estrellas caídas en la ignominia, Luis Miguel tampoco luce como antes. Pero, como bien dice la canción mexicana, sigue siendo el rey .