Muel no sería lo mismo sin la cerámica y viceversa, una unión que ahora se materializa en una nueva exposición, Vestigios, de la artista Lourdes Riera. La muestra, que recoge más de 50 piezas de esta ceramista aragonesa, pertenecen a diferentes colecciones que Riera ha realizado en los últimos cinco años. Su inspiración, como ella misma dice «es la naturaleza», algo que se hace evidente observando su obra. Vestigios puede verse desde ayer en la sala de exposiciones Enrique Cook y estará hasta el 19 de diciembre. La muestra es parte del programa del Certamen Internacional de Cerámica Contemporánea (Cerco), que se celebra en estos momentos.

«Cuando trabajo me convierto en una niña llena de ilusión. Me gusta que la obra pueda verse y que la gente pueda contemplarla. Siempre digo que para mí la cerámica es un juego, y yo siempre estoy jugando, esto es una diversión para mí, y si no me divierte lo dejo. Tener entre mis manos un trozo de barro y poder transformarlo en algo y hacer formas es divertidísimo», contó ayer Riera, conocida también como Caelles. El fruto de esa ilusión son piezas que representan objetos o asuntos en muchos casos reconocibles y que llaman la atención por sus texturas y formas. «Me encanta que la gente pueda tocar mis piezas», comentó.