El diestro Serafín Marín sufrió ayer una cornada muy grave a la altura del pecho propinada por el cuarto toro de la corrida celebrada en la localidad madrileña de Ajalvir. El varetazo resultó muy aparatoso, pero en un principio se pensó que la cogida no era tan grave. Sin embargo, una vez atendido en primera instancia en la UVI móvil instalada en las inmediaciones de la plaza, el doctor Miguel Borobia dejó claro el alcance de la lesión: "La herida, en el hemitórax derecho, es perforante. Y el pronóstico es de muy grave". Seguidamente fue trasladado en ambulancia al Hospital Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares.

Se da la circunstancia que el otro torero que participaba en ayer en Ajalvir, Luis Miguel Encabo, también resultó cogido en el toro siguiente, cuando al entrar a matar sufrió una cornada en el tercio medio inferior de la pierna derecha, de la que fue operado en la misma UVI móvil que Marín, para después ser también trasladado al hospital.

La corrida anunciaba en mano a mano a Luis Miguel Encabo y Serafín Marín con cuatro toros de San Marcos y dos de Santa María, ganaderías portuguesas.

Antes de resultar heridos los dos diestros, Marín cortó las dos orejas del segundo toro de la tarde y Encabo obtuvo los mismos trofeos en el tercero. Una vez finalizada la corrida y mientras Encabo pasaba por su propio pie al quirófano, su apoderado Rafael Corbelle "el sentido de la dignidad que tienen los toreros. Marín ha caído fuerte, y el mío, no ha querido quitarse de en medio cuando todavía le quedaba un toro, y eso que llevaba la pierna abierta. Esta es la guerra de los toreros".