-¿Tribade es una respuesta a la sociedad que vivimos?

-Surge de esa necesidad. Tribade tiene sentido porque vivimos en una sociedad capitalista, homófoba y con resquicios del franquismo, obviamente tenemos sentido porque tenemos que reivindicar eso. No tendría sentido hacer un tema de reggaetón de amor entre mujeres si no existiese el patriarcado.

-¿Son la voz de las desheredadas?

-Sí, tal cual. Queríamos buscar un concepto que recogiera todo lo que queríamos representar o a quién nos dirigimos y esa era como la palabra que más se adecuaba a cómo se puede sentir la típica chica rara, inadaptada, cómo se puede sentir esa persona en esta sociedad.

-Están en el rap que es una de las músicas más masculinas y consideradas más machistas...

-Como todas las músicas en realidad, pero sí. Ahora la coyuntura ha hecho que el feminismo esté sobre la mesa y ahora hay un poco más de facilidad para estar en la escena que hace cuatro años... Pero hay que denunciar sobre todo la manera de ocupar el espacio que tienen los tíos, el privilegio que tienen encima del escenario... A las tías se nos pide que seamos siempre mucho más consecuentes que a un artista.

-¿Algo está cambiando?

-Algo sí que lo sentimos pero también porque cuando avanzan las luchas de clases y los movimientos sociales, eso presiona también en la institución de cara a festivales… Y, por otro lado, también existe el efecto llamada. Sale la Gata Cattana y un montón de chavalas se ven referenciadas en ellas y empiezan a rapear, están la Ira, Machete en la boca... y las chicas se empiezan a organizar, a atreverse a ir a los micros abiertos porque ven que se puede hacer.

-¿Se puede entender la música sin compromiso?

-Toda música es política aunque tú pienses que es un mensaje inocuo. Si tú haces una canción de amor y es una canción de amor romántico heterosexual eso ya es una manera política de hacer música, reivindicas una realidad y estás del bando del que tiene el poder.

-¿Cómo ven los valores que transmite el reggaeton?

-Creo que hay una parte etnocentrista por cómo miramos el reggaetón, las músicas latinas o el trap porque es verdad que las músicas urbanas son músicas muy explícitas y muy directas pero hay otros muchos estilos musicales que también tienen letras machistas y posesivas, por ejemplo The Police que tiene una canción como Every breath you take o Loquillo pero a esos no los miramos con tanta lupa.

-Sí lo hacemos con el feminismo...

-Es eso, al colectivo que es más oprimido se le busca más la contradicción. Si un partido es de derechas se espera que sea corrupto pero si roba la izquierda el escándalo es mucho más grande

-¿Cómo será el concierto de Zaragoza?

-Traemos realmente una performance política, no son tres tías rapeando con un disc jockey, es un acto político, habrá momentos para reír, para llorar… Ya lo verán.