La investidura de Pedro Sánchez fue un día agridulce para la democracia del país. Por un lado, fuimos testigos de cómo diferencias ideológicas pueden llegar a trabajar conjuntamente en pro de la pluralidad y de la lucha por los Derechos Humanos de toda la sociedad. Por otro lado, también pudimos presenciar cómo los discursos de odio están y continúan haciendo mella en parte de la ciudadanía y compran un argumentario basado en el odio, el rechazo, la falta de respeto y, sobre todo, dan como resultado un ataque directo a la democracia.

El pasado 8 de enero, dos símbolos de la libertad y de la conquista de los derechos humanos del colectivo LGTBIQ+ fueron ensuciados con palabras de odio y con toda la intencionalidad de demostrar que todavía queda gente en contra de los derechos del colectivo LGBTQI y en contra de la igualdad y la equidad de todas las personas. Los dos bancos que se pintaron con los colores de la diversidad, de la bandera arcoíris, en la plaza San Francisco de Zaragoza, fueron manchados con insultos en un acto bándalico.

Las consecuencias de la transfobia son mucho más graves, son los asesinatos sociales, como el de Lucas, un chico trans de tan solo 21 años, al que esta sociedad nos ha arrebatado nada más comenzar el año 2020. Por él encendimos una vela ayer, 14 de enero, en la Plaza de España. Y, para erradicar injusticias como ésta, seguiremos concentrándonos.

Ser una sociedad que conviva en base al respeto y la cordialidad ha de verse apoyada y defendida desde las instituciones, que como fundamento de sus praxis tienen la constitución, el Estatuto de autonomía de las comunidades autónomas y las legislaciones vigentes en el territorio. Basándonos en la Ley 18/2018 del 20 de diciembre y en la Ley 4/2018 del 19 de abril, se incumple taxativamente el articulo 49.3 en su titulo de infracciones, recogiendo como graves los hechos de emitir expresiones vejatorias por razón de identidad, orientación o expresión de género, también reiteración en el daño a bienes muebles por los mismos motivos.

Es por eso que desde la entidad Visión Trans, junto con ATA, Amizando, TransGirls y el activistas independientes Iulen Tazueco, solicitamos a todas las instituciones que defiendan el derecho a la libertad, la igualdad y la equidad, hagan un comunicado condenando los hechos y dejen claro, tanto el Gobierno de Aragón, la Delegación del Gobierno, las Cortes de Aragón y los ayuntamientos de Zaragoza, Huesca y Teruel, que en nuestra tierra no se van a permitir actitudes vandálicas y de alteración del orden público y de deterioro del mobiliario urbano.