¿Por qué corremos una carrera por la educación? Corremos porque el déficit educativo es una emergencia global, para avanzar más rápido y llegar a la meta de una educación transformadora.

El derecho a la educación de calidad se vulnera sistemáticamente en todo el mundo. A comienzos del 2020 había 263 millones de niños y niñas no escolarizados. El problema se ha agudizado durante la pandemia y se verá agravado cuando esta pase. La situación cualitativa en muchos países es todavía peor: profesorado mal pagado y poco formado, currículos educativos inadecuados, discriminación hacia las niñas, absentismo, falta de medios materiales y humanos o escasa valoración social de la educación.

Sin educación no hay desarrollo posible y estamos muy lejos de conseguir una escuela transformadora que construya ciudadanía responsable, contribuya al desarrollo y fundamente el resto de derechos. Las causas son múltiples: pobreza, injusticia en la distribución de recursos, conflictos armados, crisis climática... pero la principal es la escasa valoración social de la educación.

Tanto en los países del norte como en el sur se infravalora la educación como derecho. En el mejor de los casos, se concibe como instrumento para la formación de las personas y la adquisición de destrezas o habilidades necesarias para desenvolverse en la vida. No se valora la conciencia crítica y su aporte a la sociedad.

En otros campos, como la crisis climática, las migraciones o el combate contra la pandemia, la sociedad civil en todos los países exige, aunque sea con poco éxito, compromisos globales porque se percibe la interdependencia y los efectos negativos para toda la humanidad. Sin embargo, con la educación no sucede lo mismo. Y, aunque está presente en la Agenda 2030 de Naciones Unidas, queda marginada en las preocupaciones de las personas y las políticas públicas.

Por eso nació la carrera solidaria hace diez años, para llegar a mucha gente y sensibilizar a través del deporte. Más de 100.000 personas se han implicado para apoyar la educación en contextos muy vulnerables del planeta. Estos años, el evento deportivo ha contado con embajadores y embajadoras de excepción, como Fernando Romay, Emilio Butragueño, Felipe Reyes, Javier Fesser, Juan Luis Cano, Javier Beirán, Ruth Beitia, Gemma Mengual, Carla Suárez y muchas otras a nivel local.

Este año, debido a la pandemia, la carrera es virtual y se corre individualmente o en grupos de convivencia. Se impulsa desde quince ciudades, incluida Zaragoza, y esperamos la participación de 18.000 corredores en toda España. A todos esos participantes se sumarán los de doce países de África y América. La estamos promoviendo 300 personas voluntarias, con el respaldo institucional de empresas y medios de comunicación.

Queremos invitarte a participar, a implicarte y experimentar la urgencia del derecho a la educación y su enorme potencial de transformación. Participa los días 20 y 21 de febrero. Las inscripciones ya están abiertas en www.correporunacausa.org.