-Es la nueva directora del Instituto Aragonés de la Mujer, oficialmente, desde el 1 de septiembre. ¿Cómo afronta esta nueva etapa?

-Con mucha ilusión, pero sobre todo con la seriedad y responsabilidad que merece una institución tan relevante en Aragón como es el IAM.

-¿Cómo reaccionó cuando le propusieron este cargo?

-Es una mezcla muy grande de sentimientos. Por una parte tienes muchísimas ganas. Todas las ideas que tienes en la cabeza ves que van a tener una salida. Y por otro lado, como te decía, con un sentido de la responsabilidad muy grande... también con algo de vértigo sabiendo que entras a una institución y que vas a tener que peleártelas de verdad.

-Es técnica audiovisual y siempre ha trabajado en el campo de la comunicación. ¿Qué le ha traído hasta aquí?

-Si. Soy fotógrafa y técnica audiovisual de formación. Mi trayectoria profesional creo que ha sido la misma que muchos de los jóvenes que hemos acabado de estudiar después de la crisis. Fui de trabajo en trabajo precario y formándome a la vez. He trabajado principalmente en subcontratas para Aragón TV, pero siempre muy vinculada a los movimientos sociales y al feminismo. Y como he acabado aquí… Trabajando mucho. Apostando por lo que crees que es justo. No hay una fórmula mágica. Para mi es muy importante hacer mucho activismo y ser consciente de lo que hay en la calle, de cuales son las demandas reales para luego poder dar el salto a una institución, que es donde tienes la capacidad real de hacer modificaciones que permitan una igualdad a todos los niveles.

-Decía que siempre ha estado relacionada con el activismo y los movimientos sociales.

-Los movimientos sociales son imprescindibles para garantizar la democracia y los derechos de todas las personas. Al final, tener una calle movilizada y organizada hace que pueda haber presión sobre las administraciones. Por ejemplo, en el campo del feminismo, los grupos de activismo han sido capaces de poner encima de la mesa cuestiones antes impensables. De hecho, debe ser la gente la que nos marque el ritmo a las personas responsables en las administraciones.

-Se declara abiertamente feminista, ¿no es un riesgo hoy en día?

-Siempre digo que el feminismo es la punta de lanza de la democracia, que defender el feminismo es defender la libertad, los valores y la igualdad de derechos. Si eso, defender las libertades, es un riesgo.... hay que asumirlo.

-¿Qué logros quedan por delante?

-Hay mucho camino todavía por recorrer. Es verdad que se ha logrado mucho en los últimos años y que el movimiento feminista ha tenido un nuevo empuje. Pero todavía quedan muchas cosas pendientes, como que esa igualdad realmente impregne todas las facetas, que sea algo que transversalice y empape de la primera a la última medida. La educación es fundamental, que en los colegios e institutos se impartan materias relacionadas como la educación afectivo-sexual. En muchas casas todavía no se habla abiertamente de sexo, y si lo primero que ven los chicos y chicas es un porno machista, normalizan esas acciones. También tenemos que empezar a ser conscientes que tipo de televisión y música consimimos, ya que la hegemonía cultural es la que moldea la sociedad. Por otro lado, el tema de la brecha salarial, que aunque se crea superado, sigue existiendo y mucho. A las mujeres nos condena la precarización durante toda nuestra vida laboral, ya no solo en la etapa posuniversidad. En Aragón, cobramos un 25% menos que los hombres. Es algo con lo que hay que acabar. Aunque estemos avanzando, lo que hay que hacer es impulsar una perspectiva de género. En definitiva, que todas las personas tengan las mismas oportunidades.

-¿Cuál es el papel del IAM?

-Se creó como institución para la planificación, elaboración y coordinación de las políticas de igualdad y de prevención de las violencias de género. Disponemos de servicios de atención psicológica para mujeres, hombres y menores víctimas de violencia de género, de atención social, de asesoramiento jurídico y empresarial, de un teléfono 24 horas y de educadoras familiares. Además cuenta con un fondo documental y realizamos charlas y jornadas. El IAM desempeña una labor muy importante y es esencial que se conozca.

-¿Con que cambios echa a andar el IAM este nuevo curso?

-Se aprobó recientemente la Ley de Igualdad de Oportunidades entre Hombres y Mujeres de la Comunidad de Aragón, por la que el IAM depende ahora de presidencia. Hasta ahora dependía de la Consejería de Derechos Sociales. Este cambio implica que va a transversalizar todas las políticas, ya no está estanco en un departamento. Por esta ley también se crean unidades de igualdad, gestionadas por profesionales formados, en todos los departamentos de la DGA, de manera que no se cuele ni una rendija de machismo.

-¿Qué retos se plantea como nueva directora del IAM?

-Lo que tengo claro es que hay temas que son muy urgentes, como la erradicación por completo los asesinatos machistas. 40 mujeres han sido asesinadas en lo que va de 2019, una en Aragón. En cualquier sociedad democrática que sigan existiendo asesinatos machistas, es un fracaso de sociedad. Eso hay que atajarlo cuanto antes, así como las agresiones. Al final hay violencia de género porque hay machismo, es la raíz del problema y es lo que hay que atacar. Nosotras vamos a comenzar aplicando esta ley.

-¿Qué medidas va a priorizar?

-Yo acabo de aterrizar, pero aquí todo es importante, estamos hablando de algo en el que se nos va la vida, literalmente. Pero si creo que hay algunas cosas que se pueden empezar a priorizar. Como te explicaba antes, acercar el IAM a la calle me parece fundamental. Que todas las mujeres conozcan cuales son los proyectos, los protocolos, los servicios que aquí se ofrecen y, sobretodo, que están abiertos y pueden usarlos cuando los necesiten; que sepan cuál es la delegación más cercana y los teléfonos 24 horas. En una palabra, que sea accesible. Tenemos que tener unas administraciones que hagan políticas valientes y que estén a la altura de la ciudadanía. Lo que se nos está demandando es dar pasos de gigante. Eso es lo que tiene que hacer el IAM, ser pionero.