La alimentación, el deporte y la salud siempre han caminado de la mano. Y ahora permanecen más que nunca. La semana pasada, el equipo de guardia y el turno de guardia del Hospital San Jorge de Huesca recibieron para cenar un menú con estrella Michelin como agradecimiento a su labor durante la pandemia de covid-19.

Los propietarios del conocido restaurante oscense Tatau se unieron a los futbolistas vinculados a la Sociedad Deportiva Huesca, Gonzalo Melero y Jorge Pulido, para hacer llegar una solidaria y sabrosa propuesta al centro hospitalario. Y a finales de abril, este bonito detalle se hizo realidad.

Así, en una sola noche se entregaron 90 menús elaborados en las cocinas de este restaurante de Huesca, que ostenta una estrella Michelin. Fue una cena compuesta por varias recetas de entrantes: croquetas de tres carnes, ensaladilla rusa con ibéricos y asadillo de piquillos. Después, como plato principal, se sirvió mar y montaña de sepia y pollo. Y de postre, piña natural osmotizada con vainilla.

Asimismo, a este gesto se quisieron unir Ambar y Red Bull, que proporcionaron la bebida para acompañar estas cenas, entregadas también altruistamente por Correos.

Todo el personal sanitario recibió emocionado este gesto. Como expresó el facultativo en medicina interna Pablo Sánchez Rubio, «ha sido una sorpresa maravillosa y solo podemos decir: muchas gracias por acordaros de nosotros. Con iniciativas como esta, conseguís transmitirnos todo vuestro ánimo y darnos más energía para seguir haciendo nuestro trabajo lo mejor posible».

Estos sectores de la sociedad oscense, además de la cita diaria en los balcones, pretendían así manifestar juntos su gratitud hacia el personal sanitario con unos exquisitos bocados, que le ayuden a continuar sus intensas jornadas con una buena dosis ánimo.

Todos los platos se elaboraron siguiendo las normas higiénico-sanitarias, extremando el cuidado en todas las preparaciones y emplatando individualmente cada menú para evitar tener que compartirlo entre varios comensales. Además, los ingredientes para elaborar las cenas se habían adquirido a proveedores locales de Huesca, con los que siempre trabaja Tatau.