El curso pasado, más de 1.600 familias y unos 3.500 menores recibieron apoyos de CaixaProinfancia en la capital aragonesa y Utebo. Pilar Lambán, educadora en la Fundación Federico Ozanam y coordinadora de este programa en Zaragoza, da fe de que no fue un año fácil, pues la vulnerabilidad que ya arrastraban estas familias se vio enormemente agravada por la irrupción del covid-19.

La falta de ingresos fue la consecuencia más inmediata. La Fundación la Caixa reaccionó abriendo una línea extraordinaria de ayudas para la alimentación de las familias beneficiarias del programa más necesitadas.

Por otro lado, la brecha digital se hizo más evidente que nunca. "Al pasar la educación a ser online con el estado de alarma, la mayor dificultad que tuvieron los niños fue el acceso a medios informáticos", sostiene la coordinadora de CaixaProinfancia en Zaragoza.

Así que, este curso, el programa está facilitando que las familias puedan destinar las ayudas económicas para equipamiento escolar a la compra de material informático "para que los chicos puedan acceder a las clases desde un ordenador, como el resto de sus compañeros", sobre todo a partir de 3º de ESO, "porque la enseñanza no va a ser presencial todos los días".

El nuevo periodo lectivo que acaba de comenzar tampoco será fácil. De hecho, "en previsión de las dificultades que pueda haber este curso", valora Pilar, el comienzo de las acciones de apoyo educativo de CaixaProinfancia se ha adelantado a septiembre, cuando normalmente comienzan en octubre.

La situación sanitaria va a condicionar todas esas actividades, sin duda, pero "el programa se mantiene con todas las garantías sanitarias". Los apoyos no se interrumpieron ni durante el confinamiento, "ya fueran vía telemática, por WhatsApp o por teléfono". Y, en la situación actual, "vamos a poder seguir trabajando el refuerzo escolar en grupos pequeños", de entre tres y cinco niños, y en ocasiones de manera individual.

Del mismo modo, se han reducido las ratios de las denominadas aulas abiertas. Las terapias, como son familiares o individuales, también se mantienen. "Y esperamos continuar igualmente con las actividades de tiempo libre, que son tan importantes en la infancia y la adolescencia, tirando de imaginación y de los recursos disponibles, en grupos más pequeños y, en la medida de lo posible, en el exterior", concluye Pilar Lambán.