Archie Harrison Mountbatten-Windsor fue bautizado ayer en la capilla de St. George del castillo de Windsor. Una ceremonia en la intimidad, con una veintena de familiares y amigos (la reina Isabel II no pudo estar presente por motivos de agenda), sin la presencia de cámaras de televisión o fotógrafos de prensa, según decidieron sus padres, Enrique y Meghan, duques de Sussex.

El nombre de los padrinos se ha mantenido en secreto, pero en la foto oficial, la pareja posa al modo tradicional con el bebé, rodeada por el príncipe Carlos y su esposa Camila; Doria Ragland, la madre de Meghan; Jane Fellowes y Lady Sarah McCorquodale, hermanas de la fallecida princesa Diana, así como los duques de Cambridge, Guillermo y Catalina. Chris Allerton, el fotógrafo de moda, que ya eligieron para su boda, inmortalizó el evento. La instantánea muestra por primera vez el rostro de Archie al completo, que lució un traje de cristianar réplica del diseñado por la hija mayor de la reina Victoria, utilizado para los bautismos reales.