Bagdad. -- Los milicianos leales al clérigo rebelde shií Moktada al Sadr se han empezado a retirar de las calles de Nayaf, de acuerdo con una tregua alcanzada esta madrugada entre el clérigo rebelde y el Consejo de Religiosos iraquís para finalizar los combates en las tres ciudades santas shiís del sur de Irak: Nayaf, Kufa y Kerbala.A cambio, el clérigo rebelde exige que se anule una orden de captura en su contra en relación con el asesinato de otro clérigo moderado shií, Abdelmayid al Joi, apuñalado en abril del año pasado en Nayaf.Tras el anuncio de tregua, las tropas estadounidenses que asedian la ciudad santa de Nayaf han suspendido las operaciones militares contra el clérigo shií, pero no levantarán el cerco impuesto al núcleo urbano.Así lo ha anunciado en una rueda de prensa el portavoz militar en Bagdad de las fuerzas de ocupación, general Mark Kimmitt, que ha destacado que los soldados estadounidenses se reservan "el derecho de abrir fuego si son atacados"."El acuerdo de alto el fuego se negocia en términos similares al que se concluyó en la (conflictiva) ciudad de Faluya", al oeste de Bagdad, también asediada por las tropas ocupantes, ha explicado Kimmitt a los periodistas.Portavoces del Ejército de Al Mahdi, creado por Sadr, han afirmado que la retirada ha comenzado sobre las doce del mediodía hora local (las diez en la España peninsular) en Nayaf, donde no se han registrado mayores combates durante la noche, por primera vez desde hace varias semanas.Escenario de violentos combatesNayaf, Kufa y Kerbala han sido escenario de violentos combates en las últimas semanas entre las tropas de EEUU y milicianos del Ejército de Al Mahdi, que han costado la vida a decenas de personas.El anuncio de la tregua ha sido confirmado por el líder político iraquí Muwafak al Rubei en declaraciones al canal de televisión qatarí Al Jazira. Según Rubei, responsable de la Seguridad Nacional del Consejo de Gobierno interino iraquí, los milicianos del Ejército de Al Mahdi evacúan los edificios gubernamentales en Nayaf para permitir a la policía iraquí mantener la seguridad en la ciudad, que acoge los santuarios más venerados por los shiís, mayoritarios en Irak. El acuerdo también prevé que los milicianos leales a Sadr que no residen en Nayaf abandonen la ciudad y vuelvan a sus hogares.