Los líderes de la Unión Europea (UE) tienen previsto aprobar durante la cumbre que se celebrará hoy y mañana en Bruselas un plan de acción de cinco años para desarrollar las políticas europeas de lucha contra el terrorismo, el crimen organizado y la inmigración ilegal, de gestión de fronteras exteriores y de reforzamiento de la cooperación judicial. El plan, denominado Programa de La Haya, pretende aprovechar las oportunidades e instrumentos que ofrece la nueva Constitución europea para dar un nuevo salto cualitativo en la gestión común de la seguridad interna de la UE.
El Programa de La Haya, al que ha tenido acceso este diario, centra sus acciones, en primer lugar, en la lucha contra la inmigración ilegal y en el establecimiento de un sistema europeo común de asilo. El plan propone crear, antes del 2007, un fondo europeo para la repatriación de inmigrantes ilegales y lograr la cooperación de los países de origen o que sirven de plataforma de tránsito para los flujos de inmigrantes.
El plan incluye también el reforzamiento de los controles de las fronteras exteriores, con la interoperatividad informática de los diferentes sistemas de control, información, visados y huellas dactilares de los ciudadanos no europeos, así como el desarrollo de normas mínimas comunes para los documentos nacionales de identidad y de los pasaportes europeos.
PREVENIR EL TERRORISMO En la lucha antiterrorista, la UE reforzará la colaboración de sus servicios de espionaje nacionales y las unidades policiales y diseñará, antes de finalizar el 2005, una estrategia para hacer frente a los factores que contribuyen a la radicalización y al reclutamiento de activistas.
El programa fija como objetivo que, a partir del 1 de enero del 2008, exista un intercambio informático de información policial entre los estados miembros de la UE. Asimismo, prevé reforzar la capacidad operativa de Europol y lograr el pleno reconocimiento mutuo de las decisiones judiciales nacionales.
La presidencia holandesa de la UE confía en que, durante la cumbre, el nuevo presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, pueda presentar la lista de su nuevo equipo, tras el veto del Parlamento Europeo al primer Ejecutivo propuesto.
