La expedición a Atenas estaba formada por nueve aventureros de Maleján, Ambel, Alberite, Borja, Ainzón y Muel, aunque una vez en Atenas nos reunimos con cinco personas de Fuendejalón, Bilbao, Pedrola y Zaragoza. Habíamos preparado el viaje a conciencia: camisetas con fotos de Carlos y Roberto, pancartas para los gemelos en español, inglés y griego. Pinturas, bota de vino, banderas, ramas de olivo a modo de coronas olímpicas, guitarra, no nos faltaba detalle.

Con una tienda de campaña, una autocaravana y un coche alquilados salimos a Grecia, de la que nos separaban 20 horas con 17 de navegación por el Adriático. Los tres primeros días recorrimos las playas del Peloponeso y visitamos Olimpia, Micenas, estrecho de Corinto, el templo de Poseidón y el moderno Maratón, donde se fraguaron los primeros juegos olímpicos, con una ofrenda con la foto de Carlos y Roberto García en el altar donde veneraban a los héroes olímpicos.

Atenas nos sorprendió y también los efusivos saludos de los otros españoles, el ambiente de fiesta, el atardecer desde la Acrópolis, el populoso barrio de Placa y la tarde que pasamos en el estadio, orgullosos de saber lo que han luchado los gemelos para estar entre la élite del atletismo mundial.